Dos jóvenes que demandaron ante la Justicia Civil a la cadena Carrefour recibirán 70 mil pesos entre capital e intereses, tras un episodio en el que fueron maltratadas por personal de seguridad de la empresa cuando sospechaban que habían robado mercadería, algo que los encargados de la sucursal nunca pudieron comprobar.
El episodio en cuestión ocurrió el 31 de agosto de 2008 en el local de la firma francesa ubicado en Eva Perón al 5800, dentro del complejo Village Cines. Fue allí que un empleado de seguridad privada y un agente policial interceptaron a dos clientes y bajo la presunción de que habían sustraído productos del salón de ventas comenzaron a revisarlas.
Según relataron las víctimas en la demanda, las llevaron al baño, las obligaron a quedar en ropa interior y a una de ellas la empujaron contra una mampara, que producto del impacto se rompió. Nunca se les encontró la mercadería supuestamente robada ni elementos de peligrosidad. Además, el detector no había sonado.
Pero el hecho no terminó allí. Luego fueron trasladadas a la Comisaría 12°, con jurisdicción en la zona del supermercado, y allí las dos jóvenes permanecieron varias horas privadas de la libertad.
Según publicó el portal Tiempo de Justicia, después de la presentación de las damnificadas y a casi 10 años del episodio, la jueza de primera instancia en lo Civil y Comercial de la 18° Nominación, Susana Gueiler, fue la que falló en contra de Carrefour, argumentando en su resolución que "quien concurre a un centro comercial o de esparcimiento tiene una confianza fundada en que el empresario se ha ocupado razonablemente de su seguridad".
En el dictamen, la magistrada agregó que “se deben adoptar medidas a favor del consumidor con el fin de evitar que mientras realiza las compras sufra daños”. El fallo indicó también que “la actividad del personal que presta los servicios de seguridad a una empresa debe adecuarse a parámetros razonables, de respeto al consumidor”."
"No resulta adecuado que ante la sospecha de hurto se detenga a los sospechados en la línea de caja y a pesar de que las alarmas de los detectores no sonaron, se los obligue a empujones a concurrir al baño, quitarse la ropa y proceder a su detención", prosiguió la resolución.
Al hacer lugar a la demanda, Gueiler también condenó a Carrefour a pagar la suma 5 mil pesos por daño punitivo, una multa a los fines de castigar a los proveedores de bienes y servicios que incurren en graves inconductas.