Este viernes quedó formalmente inaugurado el Acuario del Río Paraná, un centro científico, tecnológico y educativo único en el país y Latinoamérica.
Se trata del acuario de agua dulces más grande de Argentina, el cual integra tres ejes: lo educativo, la investigación científica y la recreación.
La inversión de más de 200 millones de pesos se materializó, no sólo en la obra de infraestructura, sino también en los sistemas de funcionamiento detrás de las peceras. Hay todo un trabajo para la conservación del agua, y las condiciones óptimas para la preservación de las especies.
Respecto al personal que trabaja en el acuario, hay un grupo de 40 residentes, que son los que están a cargo de los recorridos, 10 investigadores -incluidos becarios del Conicet-, y el equipo de administración y técnico de mantenimiento.
Durante el acto de inauguración fueron 400 las personas que pudieron realizar el primer recorrido por las peceras de exhibición, quienes coincidieron en comentar lo asombroso y espectacular de la visita. El acto contó con las actuaciones de Chango Spasiuk, Rubén Goldín y Franco Luciani, quienes deleitaron a las más de 15 mil personas presentes.
Desde el acuario informaron que el fin de semana de carnaval también se podrán hacer recorridas gratuitas. Los interesados se podrán acercar y retirar las entradas, será por orden de llegada y deben tener en cuenta que los grupos ingresarán cada 15 minutos y la visita dura un total de dos horas. En ese tiempo podrán conocer el parque, los laboratorios y las peceras de exhibición.
A partir del jueves 15 de febrero el costo de la recorrida será de 30 pesos, y habrá descuentos para jubilados y estudiantes.
Entre los diferentes tipos de peceras en las salas de muestras, se destacan dos tubos cilíndricos (de 3 metros de diámetro), con fondo acrílico visible desde el área de acceso en el exterior del edificio.
En la planta baja se ubican los laboratorios, las áreas de experimentación, piletones en tierra, biblioteca especializada, áreas administrativas, técnica y de servicios, y sanitarios. Hay dos laboratorios que trabajan de forma integrada, uno de biología molecular y otro de acuicultura.