La muerte de Jonas, el niño de 6 años que ingresó sin vida en el dispensario del Centro Municipal de Distrito Sudoeste, tras quedar atascado en una reja de su casa puso otra vez en relieve la importancia de controlar a los menores para prevenir accidentes domésticos.
En medio del dolor, la fiscal de la Unidad de Homicidios Culposos, Mariana Prunotto, logró aproximarse a la secuencia que derivó en la muerte por asfixia del pequeño en su vivienda de Maitén al 3800.
Al parecer el nene qusio salir de casa por al ventana de la cocina. Para lograr su propósito, utilizó un banquito con el que se aproximó a la abertura.
Creyendo que su cuerpo pasaba por entre los barrotes del enrejado, atravesó los hierros primeros con el torso y las piernas. Fue allí cuando la quedó atascada su cabeza.
La mala fortuna hizo que no pudiera emplear sus piernas para sostenerse quedando sin apoyo y colgado, con su cuello apretado en la reja. Allí se produjo la asfixia.
Si bien los familiares arribaron al lugar inmediatamente, ya era tarde. La muerte ya se habría producido.
A partir del relevamiento del cuerpo, el niño no presentaba lesiones de otro tipo, más que las escoriaciones en el cuello y raspaduras en una de sus rodillas, al parecer ocasionadas en el momento de la asfixia.