La mayoría de las empresas del Gran Rosario, tanto del sector industrial como de servicios, no contratan jóvenes recién egresados de la secundaria. A la hora de explicar este fenómeno, las firmas señalan que para acceder a un puesto "se requiere una mayor capacitación" (56 por ciento) o que hay "falta de compromiso de los jóvenes" (16 por ciento). Además, el 97 por ciento precisó que "es difícil" encontrar jóvenes con las capacidades necesarias para un empleo.
Se sabe que el paso de la escuela al trabajo formal no es un mero trámite y que es muy complicado. A la hora de indagar sobre esa complejidad desde la mirada de los empleadores, la Fundación Cimientos realizó una encuesta en Rosario y zonas de influencia para "conocer cuáles son las percepciones del empresariado local sobre la empleabilidad de los jóvenes egresados del nivel secundario".
El título del trabajo, desarrollado por el Equipo de Evaluación de la entidad, que dirige la socióloga Daniela Valencia, es "La transición de la escuela al mundo del trabajo".
De las empresas encuestadas, el 56 por ciento fueron industriales y el 44 por ciento de servicios. El 61 por ciento de ellas pequeñas, el 22 por ciento medianas y el 17 por ciento grandes, mientras que la mayoría de quienes respondieron se identificaron como propietarios, directores o gerentes, seguidos de analistas de Recursos Humanos.
Consultados por si su empresa contrataría jóvenes egresados del secundario, "el 61 por ciento respondió que no mientras que el 39 por ciento que sí", contó Valencia.
Entre quienes desisten de darle oportunidades a los recién egresados, se esgrimió que carecían de suficiente capacitación o de experiencia. En tanto, los que respondieron afirmativamente, señalaron que "es importante darles la oportunidad, que los jóvenes tienen «ganas de aprender» y cuentan con las habilidades necesarias". Sólo en un caso se hizo mención a su "bajo costo salarial".
Cuando les preguntaron sobre cuáles serían las habilidades exigibles a jóvenes de entre 18 y 25 años, tanto entre industriales como en el sector de servicios, las respuestas privilegiaron el "conocimiento" por sobre las aptitudes socioemocionales y las técnicas. Ante la consulta de cuánto costaría dar con el candidato adecuado, gran parte de los encuestados precisaron que la tarea es "difícil o muy difícil".
A la hora de explicar los motivos, todo pareció apuntar a la formación escolar. Al preguntarles a los encuestados cómo ponderaban el aprendizaje de los jóvenes en la secundaria, "7 de cada 10 dijeron que era poco relevante, el 88 por ciento dijo que era poco útil y el 98 por ciento que resultaba poco satisfactorio", reveló la socióloga a cargo del estudio. Por su parte, la experiencia no resultó relevante: sólo el 2 por ciento lo calificó de "muy importante" y el 51 por ciento como "poco importante".
Sobre si preferían contratar hombres o mujeres, estas personas señalaron que el género no es determinante aunque en algunos sectores hay una tendencia. Para ocupar un puesto profesional, el 76 por ciento dijo que le era indistinto; para la oficina el 59 por ciento (aunque hubo un 24 por ciento que se volcó hacia las mujeres); para vendedor el 51 por ciento también sostuvo que era lo mismo (con un 27 por ciento que prefirió varones) y sólo como operarios los más elegidos fueron hombres.