El río Paraná está en uno de los niveles más bajos de los últimos años y genera preocupación en las autoridades de Prefectura y guarderías náuticas.
Días atrás tocó los 2,28 metros y generó severas dificultades a la hora de sacar embarcaciones en algunas guarderías. En otras, que cuentan con sistema de dragado, no se registraron inconvenientes todavía.
Por su parte, las embarcaciones comerciales navegan con menos carga de la habitual.
Esta bajante no trajo como beneficio más playa, sino más barro. Además, hay que tener en cuenta que los sectores de profundos del Paraná ahora están más cerca.
Esperan que llueva en Brasil para que suba la altura en la zona.