Jugadores y dirigentes de Rosario Central reconocieron que asomaron los fantasmas de la final de Copa Argentina de 2015 cuando el árbitro Fernando Rapallini pasó por alto el claro penal que cometió Pablo Pérez, aunque a la postre se disiparon con la victoria del elenco canalla.
"En la jugada del penal no cobrado se me vino el recuerdo de aquella final que nos despojaron", confió el vicepresidente del club, Ricardo Carloni.
La referencia fue al partido que Boca ganó con dos goles ilícitos. El árbitro Diego Ceballos cobró un penal por una infracción un metro fuera del área y el otro gol fue en posición fuera de juego de Cristian Chávez. Encima al Canalla le anularon un gol. Boca ganó 2-0 y la carrera de Ceballos corrió peligro.
También agradeció a la providencia el dirigente: "Gracias a Dios salió todo bien y pudimos lograr una victoria que necesitábamos mucho", dijo Carloni.
Central viene siendo un gran animador de este torneo, al que llegó a la final las últimas tres ediciones aunque sin poder ganar ninguna. Será por eso que Carloni aseguró que el elenco de Arroyito "merece coronarse en la Copa Argentina".
En referencia a la situación del técnico Paolo Montero, el vicepresidente canalla reconoció por radio Cooperativa que "tenía una carga de presión muy alta y ahora está más tranquilo".
Por su parte, el lateral Paulo Ferrari habló de la polémica del penal: "Con los antecedentes que han pasado, en momentos en que sucedió esa jugada hace que se vengan imágenes anteriores". Y agregó: "Pudimos ganar y hacer un buen partido y el penal quedó en segundo plano, gracias a Dios".
Ferrari reconoció que los partidos de Copa Argentina "llevan siempre una cuota de dramatismo importante y cuando ganás es un desahogo lindo, ante un equipo con muy buenos jugadores".
Consultado por el técnico uruguayo, Ferrari aseguró por TyCSports que "nunca" se habló que pudiera ser un partido límite para el entrenador.