La dirigencia de Rosario Central tomó con asombro la decisión del entrenador uruguayo Paolo Montero de ponerse como plazo para su continuidad el duelo del miércoles ante Boca Juniors por los octavos de final de la Copa Argentina.
Después de la dura derrota 4-0 con Banfield, Montero reconoció en la conferencia de prensa que los "resultados mandan" y en el caso de que sea adverso el partido contra Boca no tendría "ningún problema" en dar "un paso al costado" y ponerle fin a su corto ciclo en el conjunto rosarino, el que comenzó en marzo último.
Cabe recordar que Montero lleva dirigidos apenas 22 encuentros en Central (20 por el torneo local y 2 por Copa Argentina), con 10 triunfos, 8 empates y 4 derrotas, cosechando el 57,58 por ciento de los puntos en disputa, 38 de 66, y con 30 goles a favor y 24 en contra.
El plantel auriazul, luego de la derrota con Banfield, continuó concentrado en el predio de Arroyo Seco y los referentes le manifestaron a los dirigentes la intención de poder revertir este momento futbolístico, según le confiaron a DyN fuentes allegadas al club.
También hubo un cónclave entre los integrantes de la comisión directiva y el propio Montero, en la que se mostró confiado en "dar vuelta la historia" al contar con "jugadores importantes" para "recuperarse" de este incómodo presente. Sin embargo, les aclaró que si no le va "bien", tendría decidido irse porque él se siente como el máximo responsable de todo lo que está sucediendo y por tal motivo debe absorber la presión.
En tanto, los directivos están "conformes" con su forma de trabajo, ya que lo ven como un gran técnico, en su forma de trabajo y en el trato que tiene con ellos, y más allá del resultado con Boca la idea es que siga en el puesto porque recién empieza el torneo y el domingo hay que visitar a San Martín de San Juan.
Por otra parte, los jugadores se entrenaron este lunes en el predio de Arroyo Seco donde hubo trabajos físicos regenerativos y el capitán Marco Ruben, quien practicó en forma diferenciada, ya se encuentra mejor de la lesión (distensión en uno de sus músculos intercostales de la parrilla costal izquierda) que sufrió el pasado lunes en el encuentro contra Temperley.
Para este martes está prevista una sesión matutina y por la tarde, a las 18, partir en un vuelo chárter rumbo a Mendoza, esperando el duelo ante Boca.