A partir de la emergencia en el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) aprobada por el Concejo Municipal, la Municipalidad tiene la facultad de rediseñar la operatividad técnica y logística del sistema, y de renegociar los contratos con las empresas prestadoras. Todo esto se desarrollará en el marco de la conformación de una comisión integrada por el Ente de la Movilidad de Rosario, concejales, referentes de las empresas Movi, El Cacique y Rosario Bus, y trabajadores nucleados en la Unión Tranviaria Automotor (UTA).
El principal objetivo de esta declaración es garantizar la previsibilidad del servicio y su sostenibilidad en el tiempo, y comprenderá una extensión de 24 meses. "La declaración de la emergencia de transporte nos permite comenzar a renegociar los contratos en el marco de la licitación vigente y generar una oferta más acorde las necesidades actuales de movilidad de la ciudad", expresó la secretaria de Movilidad, Eva Jokanovich.
Este período de emergencia contará con la mencionada mesa de trabajo que involucra a distintos actores, con la posibilidad de incorporar, además, a representantes de las carteras de Transporte de los gobiernos nacional y provincial.
Un sistema en crisis
Es relevante recordar que, previo a la pandemia, el sistema se sostenía en un 55% por la recaudación de pasajes. A la fecha, ese ingresó disminuyó en un 70%, lo que hace insostenible la continuidad del sistema con las características que presenta actualmente.
La operatividad del sistema de transporte público de Rosario fue diseñado para operar la masividad de 400 mil viajes diarios y hoy día no se llega a superar los 100 mil. La recaudación bajó de 12 millones de pesos por día a un máximo de 3 millones de pesos. Se estima que las pérdidas rondan los 1.900 millones de pesos desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad.