El presidente Alberto Fernández le pidió directamente al gobernador Omar Perotti que se ocupe del tema de la seguridad en Rosario. Lo hizo en plena conferencia de prensa, en el marco del lanzamiento del Plan Detectar Federal.
"Le pido al gobernador que le preste atención a Rosario", le dijo el primer mandatario al rafaelino, haciéndose eco del fuerte reclamo de los rosarinos, que viven a diario el flagelo de la inseguridad, con tasas de homicidios sin ningún parangón.
Sorprendió a propios y extraños esta declaración, por ser ambos del mismo signo político y por mantener una buena relación. Sin embargo, muchos analistas la vincularon con la necesidad de Fernández de responder a un electorado rosarino que lo votó mayoritariamente en los últimos comicios.
De hecho no es la primera vez que habla del tema, sino que en plena campaña hizo referencia a la necesidad de combatir el narcotráfico en la ciudad, y en una de sus primeras visitas como presidente reiteró el tema.
Ahora, con más de 160 muertos en lo que va del año, y martes frecuentes en reclamo de más seguridad, Fernández retomó el tema, y a los 40 efectivos federales enviados a la ciudad, anunció la transferencia de $3.000 millones para atender la emergencia en la materia. Parece poco en relación a los $35.000 millones que le quitó a Capital Federal para enviarle a la provincia de Buenos Aires, pero es algo.