Los directivos de Bravo Energy les propusieron a los empleados pagar la mitad de las indemnizaciones y reducir el plantel para retomar la actividad de la planta que se encuentra paralizada. La oferta fue rechazada inmediatamente.
La firma dedicada a procesar aceites usados y otros residuos se encuentra parada desde el 20 de agosto, dejando en la calle a 35 empleados. Este miércoles se llevó adelante la segunda audiencia de conciliación entre las partes en el Ministerio de Trabajo provincial. Y otra vez no hubo acuerdo.
Según relató Rubén Pérez, secretario general del Sindicato de Gas, Petróleo y Biocombustibles de San Lorenzo, los gerentes "propusieron pagar la mitad del monto indemnizatorio al personal despedido (la mitad del plantel) y reabrir la fábrica por tres meses", dijo y consignó SL24.
Esta reapertura de la firma de San Lorenzo sería "a modo de prueba", para determinar si con cambios –como el recorte en el número de trabajadores- se superan los problemas financieros. "Rechazamos la oferta inmediatamente", indicó.