Frente a las restricciones que impone el coronavirus, las islas entrerrianas a pesar de los incendios siguen siendo el refugio de muchos para pasar el día libre. El parador Puerto Pirata frente al Granadero Baigorria tenía gran cantidad de visitantes que disfrutaban del sol. Nadie imaginó que una fuerte ola iba a desencadenar un mini tsunami que causó daños en embarcaciones y de milagro no produjo lesionados.
"La baja altura del río, hizo que el oleaje que produjo el cruce de dos barcos mercantes por la hidrovía impactara en la costa y perjudicara las lanchas amarradas", explicó uno de los titulares de Puerto Pirata a Radio 2.
Al parecer, en un escenario de altura normal del Paraná, "la ola hubiese inundado la playa en un proceso menos violento de lo que terminó ocurriendo", amplió el conocedor de las islas. Con la falta de agua, se generó una barranca sobre el terreno y fue allí donde impactó la ola generando un "efecto rebote".
El episodio ocurrió pasadas las 16 y pudo ser registrado por los visitantes quienes no tardaron en volcar el material a las redes sociales.