Este miércoles se llevará adelante una audiencia clave para el futuro de Bravo Energy, la planta de residuos químicos de San Lorenzo que cerró sus puertas y dejó a 35 trabajadores en la calle. Se espera que los directivos de la firma lleven alguna propuesta concreta.
El conflicto se desató hace diez días, cuando los empleados de la multinacional que fueron a trabajar se encontraron con la empresa cerrada y sin que nadie les diera explicaciones.
El martes de la semana pasada se llevó adelante la primera reunión conciliatoria en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo provincial, la cual no arrojó resultados positivos. "Los directivos vinieron sin ninguna propuesta en concreto con la que se pudiera evitar esta situación de cierre", había señalado Rubén Pérez, titular del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustible Santa Fe Sur.
En su diálogo con Vía Rosario, había resaltado que Bio Energy ni siquiera quería pagarles la indemnización a los empleados. Además, se les debe a los empleados medio sueldo de junio, el mes entero de julio y una bonificación de $20 mil por trabajador.
"Insistiremos con el pago de sueldos atrasados, y no se dejará de lado la lucha para que la planta vuelva a abrir sus puertas", resaltó Rubén Pérez. No obstante la búsqueda de algún inversor se presenta complicada.
Además de salarios, adeudan aportes patronales y pago a la obra social sindical por varios millones, $7,5 millones de impuestos municipales y u$s100 mil de gas. También tiene juicios y embargos trabados por valores que superarían el de la propia firma.
Por lo pronto, se espera que en esta audiencia que se celebrará este miércoles al mediodía en la sede de San Lorenzo y Ovidio Lagos acudan gerentes de la empresa, representantes de los trabajadores y dirigentes gremiales.