Esta semana se registraron dos terribles accidentes causados por colectivos urbanos e interurbanos en el Gran Rosario. El primero de ellos tuvo como víctima a una mujer, que sobrevivió de milagro pero todavía pelea por su vida tras dos operaciones. En el segundo, un hombre mayor perdió la vida bajo las ruedas de la unidad. En los últimos nueve meses murieron 20 personas por incidentes relacionados con micros de corta y media distancia.
En algunos casos los accidentes se producen por la imprudencia de peatones y ciclistas que cruzan o circulan sin percatarse de la proximidad de los colectivos. Aunque en la mayoría de las ocasiones es la excesiva velocidad con la que conducen muchos choferes la causante de la tragedia.
Semanas atrás, Vía Rosario hizo un repaso de los numerosos accidentes de tránsito, muchos de ellos con víctimas fatales, que protagonizan patrulleros policiales. Si bien no están para nada justificados, estos episodios son más entendibles porque se trata de conductores que chocan por estar en plena persecución policial.
Sin embargo lo de los colectivos tiene menos sentido, porque no solo que no persiguen a nadie, sino que se trata de servicios públicos cuyos conductores deberían extremar las precauciones: porque transportan a mucha gente, y porque están al frente de un vehículo de enormes dimensiones. No obstante los hechos se repiten, y cada vez con más frecuencia.
A estos factores se le agregaron otros dos en este último tiempo. Por un lado la habilitación del Metrobus norte, donde se registraron varios de los accidentes más graves. Por el otro, un crecimiento de fuertes discusiones entre choferes y pasajeros que terminan con resoluciones trágicas. Y a ese cóctel hay que sumar la tragedia de Monticas, que se cobró 13 víctimas fatales.
12 de noviembre de 2016: un peatón de 45 años que cruzaba la calle en la zona de Alberdi y French fue embestido por un micro de la línea 103 de Rosario Bus, que circulaba de norte a sur. El golpe fue tan fuerte que rompió la trompa del colectivo y astilló el parabrisas. La víctima falleció en el acto.
31 de enero: Lin Qiu Qing, una mujer de la comunidad china conocida como Ana, iba en bicicleta rumbo a su trabajo por la ciclovía de Santa Fe. Al cruzar Corrientes, fue embestida por un colectivo 107 de Rosario Bus que iba por Corrientes y dobló en Santa Fe. Sufrió rotura de pelvis y de seis costillas, politraumatismo de cráneo y de pulmón. Murió horas después en el Heca.
24 de febrero de 2017: dos colectivos de la empresa Monticas chocaron de frente en la ruta 33, entre Pérez y Zavalla, con el saldo de 13 personas muertas y 34 heridas.
24 de mayo de 2017: Mirta de 60 años resultó con un fuerte traumatismo de cráneo al ser impactada por un colectivo de la línea 35/9 de Rosario Bus en Juan José Paso y Alberdi, donde funciona el Metrobus Norte. Tras más de 15 días internada, falleció a causa de sus heridas.
11 de junio de 2017: poco antes de las 20 en Alberdi y Gorriti, sobre el Metrobus norte, Matías Miguelez de 16 años cruzaba por el medio de la calle (sin respetar la senda peatonal) y aparentemente mirando el celular, cuando fue atropellado por un colectivo de la empresa Serodino y murió.
22 de julio de 2017: un adolescente de 16 años, junto a dos amigos, se colgó de la parte trasera de un colectivo en Villa Gobernador Gálvez. Resbaló, cayó y murió al impactar su cabeza contra el pavimento.
24 de julio de 2017: Enzo Marchi de 53 años, conducía el 122 de la empresa Movi y sufrió un infarto tras discutir con un pasajero con un leve retraso madurativo. Fue salvado por un estudiante de Medicina que le practicó RCP, pero murió en un sanatorio privado tres días después.
28 de julio de 2017: un hombre cayó y se salvó de milagro de ser aplastado, luego de que el colectivo de la empresa estatal Movi en el que circulaba acelerara a fondo cuando no había terminado de bajar. Ocurrió en Ovidio Lagos al 5200.
1 de agosto de 2017: Yésica Fister de 31 años dejó a su hijo en la escuela y caminaba por Ovidio Lagos y Rioja cerca de las 13. Un interno de la línea 120 de la Semtur la atropelló, ocasionándole traumatismo cerrado de abdomen, traumatismo de torax y fractura de pelvis. Fue operada dos veces y sigue internada en grave estado.
3 de agosto de 2017: Miguel Ángel Garrote de 64 años discutió acaloradamente con el chofer del 35/9 verde porque quería bajarse en un lugar donde no había parada. Perdió el equilibrio cuando la puerta estaba abierta, cayó, y con el colectivo en movimiento fue aplastado por la rueda delantera, falleciendo en el acto.