Pamela Tabares, la trans acribillada a balazos en Pérez, hacía años que esperaba una ayuda del Estado que nunca llegó. Por esa razón, y pese a que intentó hacerlo, nunca pudo alejarse del trabajo sexual, según sus compañeras.
Hacía poco tiempo, la joven de 35 años había pedido a su madre, y se había quedado sin familiares. Una compañera suya contó a El Ciudadano que desde entonces Pamela vivió en una pensión hasta que la echaron y se quedó en la calle.
Alternaba entre casas de amigas y el trabajo sexual, del que intentó alejarse pero no pudo. Una frase repetida de Pamela era: "Voy a tener 40 años y quiero empezar a vivir", dijo Michelle Mendoza, referente del Movimiento Evita decía Pamela.
Mientras tanto solicitaba al Estado algún trabajo o ayuda para salir de su situación. "Llegó a mi casa golpeando la puerta en pedido de ayuda. El trabajo sexual es consecuencia de la ausencia del Estado", manifestó la dirigente al mencionado medio.
(Fotografía: El Ciudadano)