Diego Maradona llegó a Rosario y desató la locura, como cada vez que pisa la ciudad. El astro se aloja junto a todo el plante y el cuerpo técnico de Gimnasia de La Plata en el hotel Ros Tower, donde lo esperaban cientos de hinchas de Newell's para expresarle su cariño.
El micro ingresó al estacionamiento del hotel céntrico alrededor de las 17:30, ampliamente custodiado por la policía para evitar cualquier tipo de incidentes. Ni bien puso un pie en el hotel, los flashes y celulares de todos los presentes se dirigieron hacia él.
"Olé, olé, olé Diegooooo", le cantaban los fanáticos del Diez, que desde temprano aguardaban por su presencia. Con ropa del conjunto tripero, paso lento por su problema de rodilla, Maradona se mostró sonriente y saludó a los presentes.
Luego se alojó en la suite presidencial, aquella que tiene balcón al frente donde la última vez que estuvo en Rosario para enfrentar a Newell's, salió a saludar emocionado a la multitud.
Durante toda la semana se vivió una intensa polémica por el tibio recibimiento que le brindará Central en el Gigante de Arroyito. "Será un técnico más", dijeron los dirigentes canallas y agregaron: "Solo homenajeamos a la gente del club".
"Algunos me aplaudirán y otros me putearán", dicen que comentó Diego tras conocer esta decisión. Es que su fugaz paso por Newell's no se olvida, y mientras que para los leprosos es motivo de orgullo, para los canallas es una espina clavada en el corazón.