"Rosario te siento igual", frase final del clásico "Tema de Rosario" de Lalo de los Santos, entonada con emoción arriba y abajo del escenario del Teatro El Círculo, marcó el cierre del primero de los tres recitales con que el encuentro de los artistas de la Trova Rosarina llegó formal y masivamente a la ciudad que vio nacer este fenómeno de la música popular argentina.
Y la celebración resultó completa y certera, porque si bien el recital y su carácter siguieron el camino que esta unión ya mostró en otros lugares del país en media docena de shows que hasta fueron televisados (como el del Festival de Folclore de Cosquín, en enero último), se percibía la necesidad de este re-conocimiento.
Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Fabián Gallardo combinaron gemas de entonces con composiciones más recientes, sumaron piezas del ausente Fito Páez y se despidieron incluyendo aquel himno de De los Santos proponiendo un viaje capaz de poner en cuestión las nociones del tiempo.
Es que la belleza y el impacto del repertorio, el invicto y arrasador ángel de Baglietto-Garré y la feliz conjunción de voces que son capaces de proponer como grupo burlaron todo precepto calendario para mostrar los filos y la potencia de una obra que sigue teniendo qué decir acerca de la música de esta parte del mundo.
Tal vez por ello y aunque la trilogía de conciertos en El Círculo (que continuará este sábado por la noche y el domingo con entradas casi agotadas) y la del sábado 14 en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires asomaban como el final de la aventura compartida, el andar de la Trova Rosarina seguirá por festivales de verano, entre ellos la Fiesta del Pescado y el Vino en Gualeguaychú, donde se presentará el próximo 6 de enero.
La celebración de anoche donde el sexteto principal cantó envuelto por el poderoso sonido de una banda integrada por Leonardo Introini en contrabajo, Julián Baglietto en batería, Adrián Charras en teclados y acordeón y Juancho Perone en percusión, comenzó a las 21.45 con Garré y Baglietto compartiendo "Era en abril" (Fandermole).
Desde ese momento y durante 100 minutos el espectáculo tuvo un ritmo vertiginoso bastoneado por quien fuera la voz cantante de aquella epopeya bajo una puesta sonora y lumínica de alto impacto que en su euforia opacó los ribetes melancólicos del cancionero.
(Télam)