Un disparo accidental le afectó el rostro a un agente policial y de milagro no lo mató. El hecho, ocurrido este jueves en al localidad santafesina de Laguna Paiva sorprendió al personal médico que asistió a la víctima que logró llamar por sus propios medios a la ambulancia.
El afectado tiene 34 años y presta servicios en el Comando Radioeléctrico. Según consignaron medios de la zona recibió un balazo de su propia arma cuando se quitaba la ropa para cambiarse.
Lo cierto es que el tiro le ingresó cerca de su boca, le rozó el pómulo derecho y le salió por el oído.
Tras asistirlo, la ambulancia trasladó al herido hasta el Hospital Cullen de Santa Fe, donde se detectó que el joven agente había sufrido una fractura de maxilar y del lóbulo auricular derecho.
Si bien su vida no corría riesgo, el personal médico adelantó que el efectivo policial debía enfrentar múltiples cirugías para arribar a una recuperación completa.