La fuerte crisis económica, acompañada por el brusco salto del dólar y la disparada de la inflación, comenzó a repercutir en los alquileres de la ciudad. El costo de la renovación de contrato ya supera el 35%, aunque en algunos casos es mayor al 50%.
Así lo señalaron desde la Concejalía Popular, desde donde advirtieron la creciente preocupación de inquilinos por los altísimos valores. "El nivel de morosidad está en el 7% en Rosario. Incluso, uno de cada tres inquilinos no puede renovar el contrato", indicó Ariel D'Orazio, referente de la entidad.
El también coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor señaló que muchas veces se posterga la firma esperando que aclare el panorama, "pero siempre se termina perjudicando al inquilino".
Estos bestiales incrementos lejos están de acompañar la suba de sueldos, y se traducen en diferentes estrategias de ahorro, como por ejemplo:
- Estudiantes se agrupan para alquilar en conjunto.
- Las familiares resignan calidad y se alejan del centro, para alquilar en barrios más económicos.