El ex fiscal Fernando Rodrigo fue imputado por ordenar escuchas ilegales a su ex pareja, entorno personal y familiar en múltiples ocasiones, con motivos enteramente privados, pero seguirá libre. El caso le había costado su puesto.
Este viernes se celebró la audiencia imputativa al ex funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA), en el que la fisca Natalia Benvenuto imputó a Rodrigo cuatro hechos de peculado de trabajos y servicios públicos en concurso ideal con falsedad ideológica y uso de instrumento publico agravado por su calidad de funcionario público en calidad de autor.
Concretamente, para la fiscal, Rodrigo confeccionó solicitudes de interceptación de comunicación telefónica y mensajes de texto de 12 números de teléfonos con el fin de obtener información reservada de personas que no estaban sujetas a investigación. Para ello utilizó investigaciones penales preparatorias a su cargo, con el fin de solicitar estas medidas de investigación ante la autoridad competente.
El primer hecho ocurrió el 25 de agosto de 2016, cuando emitió una solicitud escrita de intervención telefónica de llamadas y mensajes de texto por 30 días por un supuesto caso de robo calificado y privación ilegítima de la libertad. Los teléfonos pinchados fueron los de su ex pareja, un amigo de la misma, una amiga y una cuarta persona.
Fundamentó su decisión diciendo que se habían cometido 14 hechos ilícitos, todos con el mismo "modus operandi", lo que motivó la unificación de las investigaciones a su cargo, a los fines de dilucidar una posible asociación ilícita. Días más tarde obtuvo la autorización correspondiente.
El segundo hecho en fue el 3 de abril de 2017, porque supuestamente estaba investigando un desarmado de automotores y ventas de sus autopartes. Volvió a pedir la intervención de los teléfonos de su ex pareja, un amigo de la misma, una amiga, el padre de su ex pareja, otra amiga de la ex pareja y un conocido. También consiguió el ok.
El 21 de junio de ese mismo año insistió con la causa de autopartes y volvió a solicitar intervención de los teléfonos de su ex pareja, una amiga, una pasante que tenía a su cargo, la hermana, el hermano y la madre de su ex pareja, junto con otra amiga. Tras recibir autorización, procedió a espiarlos.