Los términos "pindonga" y "cuchuflito" que usó Cristina Fernández para referirse a las segundas marcas todavía hacen ruido. Dos santafesinos aprovecharon la movida para sacar sus galletitas a las que bautizó precisamente con el nombre "Cuchuflito".
Juan Pablo Marinozzi y Martín Bonadeo, ambos de Venado Tuerto, tenían pensado sacar una galletita de vainilla, con cero grasas trans, pensadas más que nada para chicos. Y la frase de la ex presidenta los inspiró con el nombre. "Hay que usar un poco el ingenio en este momento de baja de consumo", dijo Marinozzi a Radio 2.
A eso le suman que se trata de un producto económico, y para el que emplearon colores patrios, con una bandera de Argentina. "Es un mensaje a la industria nacional, a la que consideramos que hay que cuidar en este contexto", señaló el empresario.
Las Cuchuflito se elaboran en una planta de Carcarañá, aunque la sede de la empresa está en Los Quirquinchos. La idea es que ya comiencen a aparecer en las góndolas de los supermercados.
