Luego de un prolongado debate, el Concejo Municipal aprobó el proyecto para construir las denominadas "mega torres" en la zona de Córdoba, Paraguay, Corrientes y Rioja. Hubo fuertes cruces entre ediles y pases de factura, pese a que la iniciativa ya tenía ok municipal y había sido revisada y modificada por varias comisiones durante dos años.
El empresario Aldo Lattuca planteó para la denominada "manzana 125" desarrollar un complejo de tres torres que combinará viviendas permanentes, oficinas, cocheras subterráneas, una decena de comercios y un paseo público que conectará Corrientes con Paraguay.
La discusión estaba empantanada en la comisión de Ecología, que finalmente accedió a avalarlo a partir de la rebaja en la altura de la torre más alta de 88 a 70 metros, compensando con un ensanchamiento de la base. Las otras dos quedaron en 60 y 40 metros. También se obligó al desarrollador a incrementar las compensaciones al municipio por exceder el límite máximo estipulado en 23 metros para el microcentro.
El socialismo, Cambiemos y el justicialista Osvaldo Miatello avalaron el proyecto, al destacar el paseo público que aporta a la ciudad y sobre todo la presencia de viviendas que le dan vida al centro fuera del horario comercial. Además, implicaría una inversión de u$s80 millones, nada despreciables en momentos de crisis.
Por su parte la iniciativa también contaba con el respaldo de la Uocra, que se hizo presente en la sesión, teniendo en cuenta que se estima que generará unos 450 puestos de trabajo.
En contra del proyecto se manifestaron los ediles de Ciudad Futura, que consideraron que solo sirve "para hacer más ricos a los que ya son ricos". En cambio, el bloque liderado por Juan Monteverde propuso avanzar con viviendas populares para inquilinos.
Otros sectores que se manifestaron en contra de la inversión fueron los representantes del Taller Ecologista, que advirtieron sobre los problemas que generará en verano sumar hormigón en un área que ya tiene una alta concentración. También los vecinos se mostraron molestos por el ruido y la congestión que tendrán que soportar durante los seis años que dure la construcción.
Pese a estas objeciones, la iniciativa fue aprobada por 15 votos positivos, contra diez negativos.