Después de la violenta aparición de cuatro agentes de la Brigada Motorizada en el Museo de la Memoria en medio de un acto conmemorativo, el jefe de la Unidad Regional II, Marcelo Villanúa, respaldó la tarea realizada por los efectivos pese a las críticas expuestas por los organizadores de la actividad.
"El personal no cometió excesos. Actuó con temple y corrección", sintetizó Villanúa, sobre el despliegue desarrollado este lunes por la tarde, tras aun llamado al 911 que denunció la presencia de gente armada en el patio del edificio de Moreno y Córdoba, cunado en realidad se trata de actores que encaraban una puesta con armas de utilería.
"No era necesaria una orden judicial de allanamiento. Estábamos ante una flagrancia", se defendió la máxima autoridad de la UNidad Regional II, quioen planteó que los uniformados no cometieron excesos, sino ajustados a los protocolos.
"No entiendo por qué se pudieron sentir ofendidos, fue un procedimiento como tantos", conluyó, en diálogo con Radio 2.