Más allá que la Municipalidad de Rosario ya tiene posesión del los muelles que formaron parte de la Zona Franca de Bolivia en pleno Parque Nacional a la Bandera y que en las últimas horas comenzaron los trabajos de limpieza del predio que suma décadas de abandono, tanto la Intendencia como el Gobierno de Santa Fe intentan desenmarañar un entuerto administrativo que impide el desguace de la maquinaria rural derruida que se encuentra en el lugar y que genera una particular postal a la vera del Paraná.
Puntualmente se trata de una partida de máquinas cosechadoras que nunca fueron "nacionalizadas" en Argentina, ya que en rigor de verdad estaban alojados en un territorio bajo jurisdicción aduanera boliviana, por lo tanto hasta que el país vecino no permita su manipulación y Aduana Argentina certifique que no se trata de elementos de contrabando, nadie puede sacarlas del lugar donde se encuentran.
"El trámite se estaría concretando en 90 días. Estamos gestionando ante la Administración Nacional de Puertos de Bolivia (ANNP) que es quien tiene poder sobre la chatarra", informó Pablo Jukic, secretario de Transporte de Santa Fe, en contacto con Vía Rosario, al respecto de la diligencias que se encaran para poder liberar el muelle.
"Buscamos dar los pasos administrativos para evitar algún reclamo judicial futuro, aunque sabemos que se trata de fierros que no tienen otro destino más que el desguace", confió una fuente ligada a la intendenta Mónica Fein, que este martes encabezó la recorrida por el predio que ya está bajo posesión del Municipio.
Más allás de aguardar los plazos, la última decisión está en manos del gobierno boliviano, por lo que si la promesa inicial de 90 días se extiende, desde el Ejecutivo rosarino estarían en condiciones de decomisar la maquinaria por tratarse de elementos que ahora se encuentran en un espacio que está bajo control municipal.
No hay rosarino que haya pasado por el predio cercado que alguna vez no se preguntó la por qué las cosechadoras estaban arrumbadas en una zona estratégica a metros del Monumento a la Bandera y de la zona gastronómica de La Fluvial. Si bien ya se sabe que en la ex zona franca se recreará un nuevo balcón público al río, la maquinaria que estuvo años allí sigue generando dolores de cabeza.