La caída y muerte de un trabajador en una obra de instalación de cloacas en barrio Cristalería puso en debate los controles que se realizan para prevenir este tipo de siniestros. La ciudad cuenta con solo 28 inspectores para fiscalizar todas las obras en marcha.
"El área de Fiscalización Laboral para estas tareas dispone de 28 inspectores, a los que debe sumarse el plantel de abogados que realizan sumarios y sancionan, y con los que se llega a un total de 50 personas", manifestó Fernando Muruaga, subsecretario de Fiscalización Laboral de Santa Fe, delegación Rosario.
El funcionario aclaró que esto no incluye al equipo que realiza inspecciones por tareas de trabajo no registrado, con los cuales se asciende a 80 profesionales, pero igualmente admitió que se hace muy difícil abarcar a una ciudad tan grande como Rosario.
"Las obras en construcción son las que más fiscalizamos pero no las únicas, y ya llevamos unas 7 mil actuaciones", destacó en diálogo con Radio 2. Más allá de este accidente mortal, remarcó el importante descenso en casos fatales registrado desde que se creó esta área en 2007.
"Hasta entonces no había inspecciones de este tipo, y a partir de estas fiscalizaciones bajamos de una decena de muertes anuales, a años sin decesos, o con uno o dos", detalló Muruaga.
"Situaciones como la de este muchacho que falleció nos dan mucha impotencia porque es el empleador el responsable de la seguridad, quien debe contratar a un especialista en el tema, porque es imposible poner un inspector por cada obra", explicó.
En cuanto a la dinámica del hecho de este miércoles, aportó que aparentemente el trabajador se metió en el pozo –por motus propio o por orden del capataz- para acomodar una bomba extractora de agua, pese a que todavía no estaba terminada y asegurada la excavación. Fue entonces cuando la tierra cedió y lo sepultó. Su compañero resultó herido.