La oficina de Rentas de la Provincia en Río Cuarto se vio obligada a suspender la atención, el miércoles, por olores nauseabundos. El Sindicato de Empleados Públicos denunció que los trabajadores se desmayaban al percibir emanaciones que, presumían, podrían ser de amoníaco y provenir de las cloacas.
El sitio fue revisado por Defensa Civil, el Ente Municipal de Obras Sanitarias, y hasta empresas de recolección de patógenos. Finalmente, mientras el titular de la delegación trataba de tranquilizar al personal, con la presencia de expertos en salubridad, alquien notó que caían "como gusanitos del techo". Allí encontraron el roedor muerto.
Tras una profunda desinfección, la actividad en la delegación volvió a la normalidad.