La batalla la lleva en la sangre, ya que su padre participó y sobrevivió a la Guerra de Malvinas. Con el objetivo de dejar una huella similar, Nazareno Moreyra, un chaqueño que se crió en Santa Fe, decidió anotarse y ser parte de las filas ucranianas en su enfrentamiento bélico contra Rusia.
Criado en Bombal, a 90 kilómetros de Rosario, el muchacho tiene 25 años y viajó hace dos meses a Ucrania para luchar como soldado voluntario. Desde entonces, no sólo prestó sus servicios, sino que fue distinguido con una medalla por su heroica acción durante un combate.
En el mismo, le salvó la vida a un compañero herido por el fuego enemigo. Estos momentos de extrema tensión se desarrollaron en una zona cercana a la ciudad de Bakhmut (una pequeña ciudad ucraniana a 702 kilómetros de Kiev, la capital).
Cómo fue la infancia de Nazareno Moreyra, el chaqueño que lucha en Ucrania
Nació en la localidad chaqueña de Presidencia Victorino de la Plaza en 1998. En 2019 comenzó la carrera de soldado voluntario en el Batallón 603 del Ejército Argentino, donde pidió la baja en 2022.
En diálogo con La Capital explicó por qué se fue a este terreno peligroso y extranjero: “Lo hice pensando en lo que fue para nosotros Malvinas, que lo que viví por mi viejo, porque es muy doloroso que te invadan y te quiten un pedazo de tierra y sé lo que se siente”.
Decidió, de esta manera, aportar un poco de sí mismo y ayudar a las tropas ucranianas a defenderse de las rusas y, de este modo, conseguir su libertad. Sus padres al principio no estuvieron de acuerdo y el temor los invadió, pero nada lo detuvo.
“Yo me quería probar hasta dónde podía llegar como soldado, decidir hacer algo más grande y ver cómo reaccionaría en una situación de estrés”, argumentó el joven. Y luego, sumó: “También por la libertad; odio a las personas que hacen el mal y apoyo siempre al más débil”.
La primera misión que le tocó a Nazareno, el chaqueño que combate en Ucrania
No obstante, no cayó en que estaba siendo protagonista de una guerra hasta su primer misión de evacuación. “El Humvee (vehículo blindado) nos dejó en un punto. Eramos cinco: dos ucranianos, un brasileño, un español y yo. Caminamos por un sendero de un bosque hasta la 7 u 8 de la tarde, cuando ya era casi de noche y se oían las bombas lejanas”, relató.
Entonces, añadió: “Pero en un momento escuchamos unos tiros, nos agachamos y ahí me cayó la ficha de la guerra, porque hasta entonces era la colimba. Nos pasamos de largo del búnker (que es un pozo de zorro bien hecho), así que decidimos pasar la noche en ese lugar del bosque”.
No había llegado el equipo de ingenieros que detectan las minas y marcan las zonas con cintas blancas. En Argentina, el soldado marcha de noche para no ser visto, pero en Ucrania no puede porque los campos están todos minados.
Guerra Rusia y Ucrania: la pérdida de su mejor amigo
“Lo más duro acá fue cuando perdí a mi mejor amigo, el brasileño Antonio, que tenía 25 años. Si bien son cosas de la guerra, te duele muchísimo. Al principio fue durísimo. O aprendés a vivir con eso o te volvés loco”, comentó Moreyra.
En ese momento, se remontó a su padre, quien sobrevivió a la Guerra de Malvinas. Y si bien aseguró que él regresó devastado de la misma, se trata de dos realidades diferentes: Nazareno no tiene 18 años, sino 25, y mucha más experiencia militar.