El día de hoy, diputados radicales realizaron un comunicado por el cual exigen al gobernador de la provincia, Jorge Milton Capitanich, que renuncien tanto el presidente de Lotería Chaqueña, Grabriel Lemos, como los vocales y responsables de la compra de 700 mil pesos en huevos de pascua. Los legisladores describieron a los funcionarios como “inmorales”.
“Sobreprecios en los procesos de compras, robo de leche destinada a niños en situación de vulnerabilidad, desvío de mercadería del Ministerio de Desarrollo Social, vacunatorio VIP, piqueteros nombrados como funcionarios. Ni siquiera tanto dolor y muerte en nuestro Chaco detiene esta máquina corrupta que gobierna la provincia hace 13 años; y siguen”, dijeron los diputados.
“El pasado 30 de marzo, Lotería Chaqueña, organismo del Estado provincial, que dicho sea de paso debe más de $6.000.000 millones a Secheep, realiza una compra directa de huevos de pascua por un valor cercano a los $700.000”, detallaron en el comunicado.
Refiere además al contexto de pandemia y explica que “si hoy el Estado provincial dispone libremente de casi un $1.000.000, el destino de esos fondos no puede ser otro que reforzar el sistema de salud, frente a una segunda ola de contagios mucho más compleja y que requerirá del mayor esfuerzo que todos podamos hacer”.
En cuanto a la situación, Carim Peche, quien preside el bloque de diputados de la UCR, opinó que “debería darle vergüenza al gobernador Capitanich disponer de casi $700.000 para comprar huevos de pascua en lugar de direccionar fondos a equipar los hospitales del interior, regularizar la situación laboral y salarial del personal e incorporar más especialistas.
A su vez, el funcionario afirmó: “la coparticipación creció 80% entre marzo 2020 y 2021, además en 2020 recibieron $2500 millones adicionales de Nación para atender la emergencia sanitaria”, a lo cual contrastó que “el servicio de salud pública provincial sigue tan destrozado como desde hace 13 años”.
Peche añadió que “hoy esto se refleja en el colapso de camas en Sáenz Peña ya que más del 70% de los pacientes internados son derivados de otras ciudades del interior porque los hospitales de sus localidades no cuentan con los mínimos elementos para brindar atención sanitaria a pacientes COVID-19, siguen vacíos, sin insumos, sin equipamiento, personal precarizado con salarios por debajo de la línea de pobreza, agotado física y sicológicamente”.