Cuando recién se denunció la desaparición de Cecilia Strzyzowski, no pudieron pasar desapercibidas unas marcas que se le vieron en público a César Sena, su esposo y principal sospechoso en la causa. En base a lo que dijeron los fiscales, podrían tratarse de rasguños que le hizo la joven al defenderse.
Y es que todos los indicios hallados hasta el momento apuntan a un brutal femicidio en Resistencia. Del mismo habrían participado unas siete personas, las cuales están imputadas. Aún así, la lupa está puesta con mayor fuerza en el muchacho y sus padres.
La última vez que se la vio a Strzyzowski fue el 1° de junio, y al día siguiente tan sólo compartió unos mensajes con su hermana, Ángela. Justo luego de eso, se lo vio a Sena hijo con unos rasguños en el cuello, y con el paso de las semanas informaron que también presentaba arañazos en los brazos.
Al iniciarse la investigación, consideraron importante tener la declaración de César. Aún así, según trascendió, su testimonio habría tenido contradicciones y se mostró tajante; en tanto, se negó a ser revisado por un médico legista.
Qué dijo el fiscal acerca de las heridas de César Sena
“En principio entendíamos que él estaba en el sur, pero a medida que avanzaba la investigación se pudo corroborar que estaba en Resistencia, participando de eventos públicos”, relató el fiscal general Radio 10.
Al día siguiente se consiguieron los elementos probatorios que apuntaban a un femicidio, y no una desaparición de persona, por lo que se ordenó su aprehensión. Es así como el médico legista pudo corroborar que presentaba lesiones, tanto en el cuello como en sus brazos.
Entonces, el funcionario judicial explicó: “Eso es lo que nos da la pauta a nosotros de que las lesiones que se habrían producido seguramente fueron por un acto defensivo por parte de Cecilia al momento de ser atacada”. Aún así, no especificó en que el autor del hecho haya sido específicamente César.
Si bien se sabe que desde la Fiscalía sospechan de él, la querella por su parte piensa que quien efectivamente asesinó a la mujer fue Marcela Acuña, madre del detenido y también imputada, sin descartar la participación de los otros siete sospechosos.