El director científico para América Latina y El Caribe de la Fundación "AIDS HEALTHCARE" de lucha contra el SIDA, Miguel Pedrola, señaló hoy que en el contexto mundial "vamos hacia el fin de la epidemia del virus como enfermedad en 2030" pero resaltó que Argentina está camino a no cumplir las metas intermedias fijadas para 2020.
Sobre esto último dijo que el país no está alcanzando las metas propuestas y se estima que hay 129 mil personas con HIV, que se diagnosticaron 103 mil, de las cuales están en tratamiento 86 mil, y están indetectables 58.500 (supresión viral). "En supresión viral estamos en un 50% del total de quienes están diagnosticados", dijo durante una capacitación en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste.
En Argentina la epidemia es del 0,3-0,4% del total de la población general, 3 a 4 de cada mil personas, pero en grupos vulnerables o "población clave" es mucho mayor, como el caso de la población transgénero con 34%. En el grupo de homosexuales el promedio es del 10% al 12%. En usuarios de drogas endovenosas el 7% y en trabajadores y trabajadores sexuales el 6% y si se toma sólo las trabajadoras sexuales baja al 2%.
Pedrola explicó que en Argentina el diagnóstico tardío es del 26 o 27 por ciento, que es cuando la persona ya tiene síntoma, y por ende carga viral alta y contagia en mayor medida. "Eso indica que los médicos no están teniendo en su radar al VIH" consideró.
A nivel mundial sostuvo que la meta del año 2030 es terminar con el SIDA como enfermedad no tratable y como problemática sanitaria, para pasar a la continuidad del HIV como virus pero sin la incidencia actual. Expresó que las metas internacionales a alcanzar para el 2030 cuentan con metas intermedias trazadas para 2020.
Respecto a esas metas, detalló que para el año 2020 se espera que el 90% de las personas que viven con VIH lo sepan; que de ese 90% que lo sabe el 90% esté en tratamiento y reciba terapia antirretrovírica continuada; y que de ese 90% que está en tratamiento el 90% esté con tratamiento efectivo con supresión viral (cantidad de VIH en la sangre muy baja). Para el año 2030 la meta es llevar el índice “90%-90%-90% a “95%-95%-95%”.