Jimmy Bitler, el reconocido deportista de Estados Unidos, le cumplió el sueño a Felipe “Pipe” Velázquez, un niño que juega al básquet en el Club Náutico Rada Tilly de Chubut: la estrella sorprendió al pequeño y lo recibió en un partido de la NBA, le regaló su camiseta y lo invitó a cenar.
Todo niño tiene un ídolo en alguna parte del mundo, sea un cantante, bailarín, deportista, escritor o cualquier otro trabajo, pero la realidad es que uno siempre sueña con conocerlo y en la vida los deseos hay que cumplirlos, como Felipe que tuvo la oportunidad de vivir una experiencia increíble junto al basquetbolista que admira.
El viaje a Estados Unidos que quedará grabado en la memoria de Felipe
“Pipe” viajó junto a su familia a Estados Unidos y, como es un fiel seguidor de los partidos de la NBA, aprovechó para ir a ver al equipo de los Miami Heat, en donde juega desde hace varias temporadas la estrella mundial Butler.
Los Velázquez llegaron al estadio American Airlines Arena con un cartel que decía: “querido Jimmy recorrimos más de 4405 millas (7100 kilómetros de distancia) para verte jugar. ¿Podemos tomarnos una foto o un café?”
Antes de que empiece el partido, el niño de Chubut sintió una gran tristeza y desilusión al enterarse que su gran ídolo no jugaría por una lesión en la espalda que el jugador sufrió en el calentamiento.
Pero no todo estaba perdido, ya que en el entretiempo Felipe y su hermana ingresaron a la cancha y recibieron una camiseta oficial firmada por Jimmy Butler, una pelota autografiada por el plantel, una foto con Gabe Vincent y una sorpresa más.
El pequeño chubutense no podía creer lo que estaba viviendo y su visita en Miami cambió rotundamente: de la amargura a la alegría. Aunque parece haber logrado todo lo que cualquier chico desea, Felipe no sabía que iba a conocer a su ídolo.
Butler recibió a toda la familia en el estadio, se sacó fotos, los hizo recorrer las instalaciones del equipo, les firmó las camisetas y él se quedó con la bandera argentina que habían llevado al estadio.
“Pipe” estaba sorprendido por el momento que vivía, parecía un sueño que no quería que terminara nunca. Lamentablemente, los Velázquez tenían sus pasajes para regresar al otro día y no podían volver a la cancha para mirar otro partido en el que esté Jimmy.
Y como todo sueño o fantasía, tiene que haber un final feliz. ¡Y por supuesto que esta historia lo tiene! Según pudo saber ADNSUR, Butler invitó a cenar a la familia, les consiguió hospedaje y cambió los pasajes aéreos a “Primera Clase” y en otra fecha para que se queden hasta el próximo partido.