Rafaela se plegó a los festejos por el campeonato de la Copa América, obtenido por la Selección Argentina, en la noche del sábado. Muchísima gente se concentró en el centro, para saltar, gritar y celebrar el primer logro deportivo de la Albiceleste después de 28 años de sequía.
Vale destacar que, en pandemia, no hubo ni distanciamiento social, ni uso de barbijo. En particular, de los jóvenes, dado que las familias que participaban lo hacía en “burbujas” y con tapabocas.
También hubo fuegos artificiales: hubo algunos que ya estaban preparados para la ocasión y que le dieron un gran marco a los festejos.
Después de que terminó el partido y todos vimos a ese Messi de rodillas, llorando, recibiendo el abrazo de sus compañeros, muchos tomaron el auto o la moto y decidieron ir a festejar al centro. La cola de autos comenzaba mucho antes de llegar a la plaza. De hecho, en las calles aledañas se había dispuesto un operativo de seguridad (con agentes de Protección Vial y Comunitaria, GUR, Gendarmería y Policía de la provincia) para evitar el acceso vehicular en los alrededores de la plaza y el Bv. Santa Fe. Quizás no haya sido lo mejor: la gente, después de ver que no podía llegar con su auto, decidió bajarse y llegar a pie. Obviamente, no había distancia social y nadie que impidiera esa aglomeración.
“Brasil decime que se siente”, “el que no salta es un inglés” fueron, con seguridad, los cánticos más celebrados por los rafaelinos, que se quedaron por más de dos horas.