El comienzo de las campañas electorales en Rafaela se viven algunas horas antes de que formalmente comience. Es que mucho antes de las 8 de la mañana del viernes, cuando comienza la noche del jueves previo al inicio del período electoral, los militantes recorren las calles -principalmente las del centro-, precintos y alambres en mano, para la colocación de la cartelería proselitista. Pero, esa premura, no se repite a la hora del retiro de la misma.
Rafaela se ha caracterizado, desde hace 40 años, con el regreso a la democracia, de generar un consenso entre los diferentes partidos políticos para llevar adelante las campañas electorales. Y la colocación de los carteles en Rafaela es un clásico de las elecciones y forma parte de un acuerdo de caballeros que se intenta respetar desde hace ya varias elecciones. El espíritu que surgiera en el ‘83, que derivara en una nota de la revista Gente se intenta mantener cada dos años.
Ese acuerdo de caballeros implica reuniones previo al inicio de la campaña y el acuerdo sobre los lugares en donde colocar cartelería, como así también un sorteo sobre los espacios más preciados: los del centro.
También la “buena onda” entre los partidos hace que, cuando haya alguno roto, se avisen entre sí para recuperarlo. En particular, porque las estructuras son muy caras. Tras las elecciones, hay entre 7 y 10 días para retirarlos. En particular, para que se resguarden para la próxima elección. Pero, en esta oportunidad, hay muchos que siguen en las calles.
SI bien hay de varios partidos, los que más se encuentran son los de Unite, el partido que llevaba a Raúl “Lalo” Bonino como intendente. Detrás de su imagen, aparece la del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei. Alguien podría decir que esos mismos carteles sirve para la campaña nacional. Pero, por ahora, nadie salió a dar una explicación. Tampoco se sabe si se multará o si recibirá alguna sanción aquel que no retire los carteles.
Hay que decir que, en todo este tiempo, hubo días de mucho viento. Y los precintos y los alambres no son los suficientemente fuerte para dejarlos fijos. Y muchos se soltaron y quedaron flojos. Algunos se cayeron, directamente. La duda quedó en el aire: ¿Qué pasa si algún cartel cae sobre alguien o algún vehículo y le genera un daño? ¿Quién se hace responsable? ¿La Municipalidad? ¿El dueño del cartel?
Muchos vecinos decidieron sacarlos por su cuenta. Porque no les gustaba, porque nadie los buscó, porque generaba contaminación visual, porque les era un peligro a los peatones (más de uno, mirando la pantalla del celular, se lo “llevó puesto”)
Lo cierto es que no hay una normativa al respecto. El Concejo Municipal nunca reguló la utilización de los carteles proselitista, pese a que hubo algunas presentaciones (en 2021, lo hizo Delvis Bodoira, siendo candidato).