Este 31 de diciembre, se cumple el primer aniversario del fallecimiento de Gonzalo Glaría. Su muerte ocasionó una enorme conmoción en la ciudad y generó la mayor movilización que se recuerda en Rafaela, superando las 15.000 personas.
Ese día, a media mañana, Gonzalo salió del negocio de su padre, donde trabajaba, a realizar un par de mandados. Se llevó una moto (las amaba) para cargarle nafta. A la tarde, iba a ir a un encuentro de motos. En ese mismo momento, pero en el Parque de los Eucaliptus, un joven y su hermanito llevaban $4.000 para comprar un celular. Habían acordado la compra en la noche previa, por Facebook. Cuando llegaron los vendedores (Matías Perea y Cristian Milesi), estos los sorprendieron, los golpearon, tomaron el dinero y emprendieron la huida del lugar.
La víctima del robo comenzó a perseguirlos. En ese momento, Gonzalo estaba esperando que el semáforo de Av. Roque Saenz Peña le diera el verde. El chico le pide a Gonzalo que lo ayude. Glaría ve que la moto en la que se manejaban los ladrones, huye hacia Bv. Santa Fe. No lo duda: acelera y los persigue. Cerca de las 10.30, los alcanza, les tira una patada, pierde la estabilidad y termina impactando contra un auto. El golpe le produce la muerte, unos instantes después.
Se organizaron marchas. Pero la del 3 de enero fue la que más repercusiones trajo. Para ese día, la Fiscalía ya tenía identificados y apresados a los dos motochorros. Pero, la población entendió que la fiscal Ángela Capitanio entendía que lo sucedido era un accidente. Por eso, la movilización se dirigió, primero a la Unidad Regional V y a la sede del Ministerio Público de la Acusación. Allí rompieron vidrios. También escracharon la casa del gobernador Perotti. Al día siguiente, Marcelo Saín, ministro de Seguridad, dijo que había sido una operación del socialismo. Hasta el presidente repudió lo sucedido en la vivienda del mandatario social.
Los motochorros fueron a la Justicia. El Juez de la Investigación Penal Preparatoria, Osvaldo Carlos, decidió dejarlos en libertad. Esta decisión motivó a que unos 15.000 rafaelinos tomaran las calles en pedido de Justicia, el 8 de enero. Motivos no faltaban: en menos de un mes, se habían dado dos asesinatos (un chico de 8 años, con discapacidad, baleado en la cabeza y un joven asesinado a puñaladas en el Villa Podio, en Nochebuena. No hay nadie detenido por ninguno de estos hechos).
Hasta hace un mes, los dos acusados siguieron detenidos. Pero, finalmente, la Justicia dictaminó que, ante el no avance de la causa por parte de Fiscalía, no podían seguir privándolos de la libertad. Hoy, tienen prisión domiciliaria los dos.