La reforma laboral que presentó Javier Milei en la denominada “Ley de Bases” ha generado una fuerte controversia en Rafaela, entre la CGT local y el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR). El principal motivo es la reforma laboral, que fue uno de los motores para el paro nacional del 9 de mayo.
Este lunes, Mauricio Rizzotto, presidente del CCIRR, brindó declaraciones al diario Castellanos en donde indicó que “Lo que hemos visto en Rafaela es que el acatamiento fue menor. El paro tuvo mayor impacto en las grandes ciudades, donde la gente dependía mucho del transporte para trasladarse. En ese sentido, en Rafaela y como pasó con el paro anterior no hemos visto que haya habido gran adhesión a esta medida”, señaló.
Y respecto de la reforma laboral, sentenció lo siguiente: Rizzotto sostuvo que “apoyamos una modernización del sistema laboral porque creemos que eso va a ayudar a tomar empleo”.
Actualmente, “las empresas no quieren tomar riesgos por un montón de normativas actuales que permiten generar acciones legales contra el empleador”, explicó Rizzotto. En la misma línea, agregó: “Esa modernización laboral es parte de los cambios que necesita la industria, el comercio y los servicios en la Argentina para poder crecer”.
Esto hizo que el martes la CGT sacara un comunicado que en parte, dijera textualmente, lo siguiente: “Frente al entusiasmo que el presidente del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, Mauricio Rizzotto, expone ante el proyecto de Ley Bases, desde la CGT Rafaela queremos recordar qué se pretende con esta supuesta “modernización” de las leyes laborales. Este proyecto propone, entre cosas, extender el período de pruebas de los trabajadores que ingresan a una empresa de 3 meses a un año (con lo cual los empleados podrían ser despedidos en el mes 12 sin ningún tipo de compensación); autoriza a los monotributistas a tener hasta 5 personas como colaboradores sin ningún tipo de obligaciones de inscripción o aporte de cargas sociales (esas personas no aportarán a su jubilación, ni a la obra social, ni a ningún tipo de cobertura que los respalde en caso de un accidente de trabajo, ni en caso de enfermedad); elimina del cálculo indemnizatorio las horas extras y bonificaciones especiales; y en una larga lista de “etcéteras” no hace más que quitar beneficios a los trabajadores, a los que pretende seducir con la idea de que SIN DERECHOS HABRA MÁS TRABAJO. La frutilla del postre es la desfinanciación del sistema solidario de obras sociales y la desprotección más completa en cobertura de salud y otros beneficios La realidad es que SIN DERECHOS SIEMPRE HAY MÁS PRECARIZACIÓN Y MENOS CALIDAD DE TRABAJO, pero NO MÁS PUESTOS DE EMPLEO. Los entusiastas de la “modernización” que habitan entre nuestros empleadores rafaelinos y de la región, y de los cuales el señor Rizzotto parecer ser el abanderado, deberían consultar a sus colegas que han presentado procedimientos preventivos de crisis y vienen a golpear las puertas de los sindicatos para pedir “comprensión” y “paz social”. ¿Alguno de esos empresarios en crisis estaría dispuesto a tomar empleados cuando tiene sus depósitos colapsados por stocks de productos que no pueden vender, y asisten al peor derrumbe del mercado interno en cinco meses de que se tenga memoria en el país? ¿Son las leyes laborales más flexibles las que generan puestos de trabajo o es un mercado interno dinámico, con niveles de consumo sostenidos por trabajadores y familias de clase media con ingresos dignos, que pueden planificar su economía doméstica sin preocuparse como sucede ahora por la mera subsistencia, obligados a pagar alquileres inalcanzables y privándose de cuestiones elementales como la en no los porque no tiene en ocupar los sajadores flexibilizados” si en realidad no los necesita, porque no tiene en qué ocuparlos si no hay salida la para su producción?
Nos permitimos parafrasear al presidente de la Nación: no la ven. No ven que lo que condiciona el empleo no son las leyes que regulan las relaciones laborales, sino el modelo productivo. La falta de modelo productivo, para ser realistas. Escuchamos al presidente del CCIRR hablar con esperanzas de una recuperación que nadie seriamente puede vislumbrar: si tiene cuatro patas y ladra, es un perro y podremos pasarnos la vida esperando que se convierta en gato, pero seguirá siendo perro. En cambio, la misma dirigencia local asiste en silencio a la ausencia total de una politica industrial favorable a las pymes de capitales nacionales. No los espanta que el gobierno nacional ni siquiera los mencione en los discursos, ni les dedique un párrafo de consuelo a sus políticas de tierra arrasada que lleva adelante para con gran parte de la sociedad argentina. En cambio, se ilusionan ingenuamente con la promesa de que van a tener trabajadores más dóciles, con la misma. sensibilidad social de los patrones de estancia del siglo XIX. Por eso celebran que los trabajadores teman el descuento del dia, o la amenaza de las represalias y el despido cuando hay un paro nacional que convoca a ponerle limites a un proyecto que también pone en peligro sus propias unidades productivas.
Y completan diciendo: “Lo dijimos el 9 de mayo. Lo reiteramos ahora: el silencio los hace cómplices. El momento de hacerse oir es ahora. Y la voz no puede temblar”.
Apoyo a Rizzotto de Presidentes de Cámaras
Este miércoles, fue el Centro Comercial quien habló. Y lo hicieron los presidentes de las diferentes Cámaras, quienes respaldaron las palabras de Rizzotto con el siguiente comunicado:
En nombre de los diferentes sectores representados por las comisiones, cámaras y asociaciones firmantes, manifestamos nuestro absoluto apoyo a la postura institucional adoptada por el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR) en relación al acápite de la Reforma Laboral que forma parte del Proyecto de Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.
Tal como fuera expresado en múltiples ocasiones, estamos convencidos de que modernizar las leyes laborales en Argentina representa un requisito excluyente para los desafíos que enfrentamos. Una reforma laboral bien diseñada, sin dudas, puede contribuir significativamente a reducir la informalidad en el mercado laboral, asegurar el incremento de los índices de empleabilidad, fomentar la atracción de inversiones y mejorar nuestra productividad. Creemos que resulta imprescindible repensar el marco legal actual para adecuarlo a un mundo laboral distinto y dinámico al que existía hace 50 años.
El apoyo a este capítulo en particular no significa que no tengamos consideraciones respecto a otros segmentos del proyecto en cuestión, como por ejemplo, el relacionado con el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI). En línea con lo que han expuesto diversas entidades, como por ejemplo la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), sostenemos que cualquier régimen que se diseñe para promover nuevas inversiones en sector claves debe ser virtuoso en su conexión con el entramado productivo local, de modo que signifique una verdadera oportunidad de desarrollo para el ecosistema industrial nacional.
También estamos en desacuerdo con que no se haya incluido al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) dentro del listado de los organismos sobre los cuales el Poder Ejecutivo no tendrá facultades para disponer su disolución (en el marco del artículo 3° del proyecto, que integra el capítulo I de Reorganización Administrativa dentro del título II de Reforma del Estado). Consideramos que el INTI es un actor imprescindible para el desarrollo industrial argentino, tanto por sus profesionales como por su capilaridad y presencia federal a lo largo y lo ancho del país.
Desde ya, lo anteriormente expuesto no significa que desconocemos la grave situación que atraviesan miles de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas por la preocupante caída de la actividad económica. Lamentablemente, los desafíos que plantea el actual escenario se dan tras un 2023 que ha sido sumamente complejo, en el cual se fueron acumulando serias distorsiones macroeconómicas que afectaron negativamente la dinámica productiva.
También es cierto que las condiciones actuales son agravadas por deficiencias estructurales que hace años que no son abordadas de forma integral y que requieren un tratamiento impostergable. Es así que entendemos que existe la necesidad de introducir reformas integrales y de profunda transformación para hacer de Argentina un país viable. Y como siempre resaltamos: una eficiente articulación entre el sector público y privado es la única manera de alcanzarlo, por lo que valoramos el esfuerzo histórico del CCIRR por promover la generación de consensos estratégicos a partir del diálogo genuino, directo y despojado de intereses partidarios, personales o de cualquier otra índole.
Germán Ciceri, presidente de la Comisión de Comercio & Servicios del CCIRR.
Fernando Vaquero, presidente de la Comisión de Industrias del CCIRR.
Maximiliano Pignatta, presidente del CCIRR Joven.
Guillermo Bernasconi, presidente de la Asociación del Parque de Actividades Económicas de Rafaela (APAER).
Héctor Gómez, presidente de la Asociación del Parque Industrial de Rafaela (APIR).
Graciela Acastello, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela (CIMR).
Hernán Heinzmann, presidente de la Cámara Empresaria del Transporte Automotor de Rafaela (CETAR).
Hernán Bettello, presidente de la Cámara Rafaelina de Empresas de Seguridad Electrónica (CRESE).
Emiliano Gilli, presidente de la Cámara de Empresarios Proveedores del Agro de Rafaela (CEPAR).
Gerardo Manera, presidente de la Asociación de Electricistas y Afines de Rafaela (ASELAF).
Marco Boidi, presidente de la Cámara de la Construcción de Rafaela.
Laura Constantin, presidente de la Cámara de Profesionales en Marketing de Rafaela y la Región (CPMRR).
Claudio Volta, presidente de la Cámara de Diseñadores en Comunicación Visual (CDCV).
Dante López, presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rafaela.
Edmundo López, presidente de la Cámara de Comercio Exterior del CCIRR (CaCEx Rafaela).