Hace exactamente dos años, Rafaela tenía formalmente su primer caso de coronavirus. Hacía apenas horas que había empezado la cuarentena y todo era una novedad.
Ese día, María Eugenia González, que había regresado desde el exterior, había decidido aislarse y cumplir con todos los requisitos. Se hisopó porque volvió de uno de los países en donde estaban señalados como uno de los potenciales transmisores del virus. Dio positivo. Era asintomática. Si no se hubiera recluido, quizás Rafaela no hubiera tenido solo 25 casos iniciales.
Martín Racca, apenas 4 días antes, era un médico en un centro médico de la periferia de la ciudad. Pero había asumido como Subsecretario de Salud. “La primera llamada que le hice al intendente fue para decirle que teníamos el primer positivo”, dijo el médico en declaraciones a FM Galena. “Tuvimos que administrar la incertidumbre”, dijo.
El 20 de marzo de 2020 comenzaba a regir el decreto presidencial que determinaba el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Todavía no era habitual el uso de barbijo, aunque los requeríamos, al igual que otros elementos que escaseaban: alcohol en gel y guantes. Es que, por aquella época, había un convencimiento de que la transmisión se daba por contacto. En principio, el ASPO sólo duraría hasta el 31 de marzo.
Ese día, fue un mal día: varios contagios y el ingreso de dos personas al Hospital. Uno de ellos sería la primera víctima fatal, el 9 de abril. A partir de allí, la ciudad iría retomando cierta normalidad y recuperando actividades. Pero el 17 de agosto, se dio un nuevo positivo. Faltaban cuatro días para que se cumplieran 4 meses sin casos. A partir de allí, la curva ascendente y el pico de casos hacia final de año. Al primer año, Rafaela tiene casi 7.000 contagios declarados y hasta el momento fallecieron 134 personas.
En este último año, tras dos olas completas, los casos se multiplicaron por 3.5 veces y las muertes, por 2.5 veces: ya dieron 24854 positivos y fallecieron 344 personas.
Pasamos de las imágenes de cientos de camas en el club 9 de Julio, en donde se había establecido uno de los tres centros de aislamientos (los otros estaban en Atlético y en Ben Hur) a la actualidad, en donde los barbijos casi han desaparecido de la vida cotidiana. Al punto tal que se está discutiendo si siguen siendo obligatorios en las escuelas.
Desde el primer caso de COVID - 19 hasta la primera vacuna apenas pasaron apenas 282 días. Hoy, el 94% está vacunado con esquema completo.
Al momento de iniciar la pandemia, había solamente 5 camas de terapia intensiva. Hoy hay 7 internados en UTI y uno de ellos, con COVID.
Lejos del dedo acusador y persecutor de las personas que se enfermaban, hoy estar enfermo de COVID ha sido casi normalizado.
Finalmente, la Ministra de Salud provincial, Sonia Martorano anticipó que podría llegar a darse una nueva ola entre abril y mayo. Veremos si se da y con qué intensidad, pero con la experiencia de vivida este verano con Ómicron, difícilmente se cierren actividades. Como mucho, podrán ver reducida su concurrencia.