A partir de este miércoles, comienza en la ciudad de Rafaela la obligatoriedad del uso de "tapabocas" o barbijos caseros. En las últimas horas se creó una polémica en torno a las sanciones impuestas, que llegarían hasta los 60.000 pesos.
El 19 de marzo pasado, en lo que fue la última sesión ordinaria del Concejo Municipal, sancionó una ordenanza, la N° 5.174, que declara la emergencia sanitaria en nuestra ciudad. En ese marco, todas las faltas cometidas en este marco, tienen multas que van desde las 30 a las 100 Unidades de Multa (UM).
Cada UM son 15 litros de nafta super de la YPF del ACA. Esto implica que el rango de las multas van desde los $27.000 hasta los 90.000 pesos. Esto es incluso, más elevado que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la mañana de este martes, los concejales se reunieron por primera vez virtualmente. Y en ese marco, charlaron de este tema. Para algunos, el valor debería mantenerse así de alto, teniendo en cuenta que se pone en riesgo la salud de la población. Para otros, en cambio, debería tener valores que pudieran ser pagados por la sociedad, porque de ser imposible abonarlo, nadie le haría caso. Lo cierto es que los ediles no tomaron una resolución al respecto y quedaron al aguardo de la definición que podría darle el Ejecutivo.
El Jefe de Gabinete, Marcos Corach, en declaraciones brindadas a FM Galena, indicó que "en un primer momento, pusimos estos valores porque nunca pensamos que íbamos a tener que sancionar a aquellos que no usen barbijos caseros. Hoy hay una sanción y esos son los valores. Nosotros decimos que es excesivo y que hay que bajarlo. Pero el único que está autorizado a determinar las sanciones, es el Concejo. Por eso, podríamos subir un proyecto que vaya de 10 a 20 UM, en el caso de reincidencia. Pero no lo tenemos elaborado. Este miércoles, si alguien va caminando por la calle sin barbijo, es suceptible de ser multado".
Para disminuir contagios
El subsecretario de Salud de la Municipalidad, Martín Racca, manifestó que el uso obligatorio de los barbijos caseros "apunta a disminuir los riesgos de contagio".
Racca ejemplificó: "Puede haber un paciente infectado usando un barbijo y una persona sana. En ese caso, protege parcialmente al sano pero no evita el contagio sino que lo disminuye. Ahora, si ambas personas usan el barbijo disminuye aún más la posibilidad de contagio".
"El objetivo es disminuir la transmisión del virus porque, cuando haya circulación viral, no podremos saber quién estará enfermo y quién no ya que una persona asintomática -que no manifiesta síntomas de la enfermedad- puede transmitirla", comentó.
El funcionario municipal dijo que aún no hay circulación libre del virus, pero aseveró que esa etapa va a llegar. Lo único que no podía responder era cuándo iba a ocurrir esto.
