La comunidad católica de Punta Alta se congregó en la localidad para participar de la consagración de Sandro Danielo Re Aguerrido en el ministerio del Diaconado Permanente.
La celebración religiosa se realizó en la Capilla y fue presidida por Monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa. Además estuvieron presentes los sacerdotes de la Arquidiócesis de Bahía Blanca, diáconos, entre otros.
Para finalizar se escucharon palabras de agradecimiento del consagrado y se hizo un ágape en la sociedad de fomento.
El Concilio Vaticano II especificó el lugar ocupado por los diáconos en la Iglesia católica y sus funciones: una de las funciones del diácono consiste en servir al pueblo en el ministerio de la liturgia.
En el grado inferior de la jerarquía están los diáconos, que reciben la imposición de las manos «no en orden al sacerdocio, sino en orden al ministerio». Así, confortados con la gracia sacramental, en comunión con el obispo y su presbítero, sirven al pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad.
Es oficio propio del diácono, según le fuere asignado por la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y sepultura.