Una pareja puntaltense resultó herida tras protagonizar anoche un vuelco sobre la Ruta 13, a unos 30 kilómetros de Villa Pehuenia, cuando regresaban de sus vacaciones hacia Bahía Blanca.
Se trata de Fernando Héctor Ratto, de 63 años, y Claudia Alejandra Sol Alcalá, de 50, quienes viajaban a bordo de un Chevrolet Cruze por un tramo de ripio de la ruta provincial conocido como Portezuelo de Kilka.
“El accidente se produjo cuando el auto intentó adelantarse a una camioneta. En el traspaso perdió el control y salió despedido hacia un barranco. Voló unos 60 metros y cayó sobre unas rocas”, relató el jefe del Centro de Salud y bombero de Villa Pehuenia, Roberto Saavedra.
El vehículo dio un par de vueltas y eso generó que sus ocupantes sufrieran politraumatismos de distinta gravedad.
La mujer se encuentra internada en Zapala, fuera de peligro, mientras que Ratto fue derivado a Neuquén ya que presenta una complicación pulmonar.
Los ocupantes de la camioneta fueron quienes les realizaron las primeras atenciones y quienes llamaron a la ambulancia y a los bomberos locales. Fueron justamente los bomberos quienes cortaron la puerta del auto para poder rescatar a la mujer, que había quedado atrapada adentro del vehículo.
El accidentado había sido condenado por golpear niños en un pijama party
El 19 de junio de 2015 el Juez Correcional, José Luis Ares condenó a 6 meses de prisión en suspenso a Fernando Héctor Ratto, el panadero puntaltense que azotó a cuatro compañeritos de colegio de su hijo cuando celebraban un pijama party en su casa.
Ratto, que fue hallado responsable del delito de “lesiones leves” en perjuicio de cuatro menores de entre 9 y 10 años, recibió la pena en un juicio abreviado acordado entre el fiscal y su abogado defensor.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 1 de diciembre de 2013 en la vivienda del agresor, ubicada en Rivadavia 660 de la vecina localidad. Ratto despertó furioso, porque, según explicó luego en su declaración indagatoria, los gritos de los chicos no lo dejaban dormir.
Empuñando un cinto, comenzó a castigarlos de tal manera que en las lesiones quedaron marcadas en las espaldas, glúteos y brazos de sus victimas.
Fuentes: La Brújula 24 / varios