La pasión del clásico puntaltense se vivió en cancha de Petroquímicos por la Liga Nacional de Futsal. En un partido entretenido, pasional y en el que cada uno tuvo su momento para ganar, Rosario y Sporting igualaron 1 a 1.
Los antecedentes marcaban que Rosario llegaba mejor, por historia y por presente. Sporting así lo entendió y planteó un partido sin perder de vista el objetivo de sumar ante el rival de siempre.
En el arranque sorprendió Sporting, asfixiando y tratando de llegar con pocos toques al arco de Rosario. Tras un par de chances el rojinegro tuvo su recompensa, en un jugada precisa y veloz por la derecha llegó Matías Bringa para, exigido, superar a todos y convertir el 1 a 0.
Rosario comenzó a buscar a partir de las intervenciones de Mauro Racedo y Victoriano Romano, pero los intentos del tricolor chocaron una y otra vez con una fuerte defensa rojinegra.
Sin embargo, pese a la resistencia de Sporting en los últimos metros, Rosario tuvo sus situaciones. En tres ocasiones los palos y las buenas respuestas del arquero Ricardo Gutierrez se lo impidieron
La presión asfixiante del equipo Sangre y Luto le pasó factura porque llegó a la quinta falta colectiva y producto de eso Rosario dispuso de un tiro libre sin barrera luego de la sexta falta. Esteban Saban tomó el balón y fusiló a Gutierrez para poner el 1 a 1 con el que se terminó el primer tiempo.
En la segunda parte la tónica se mantuvo, posesión y juego para Rosario, marca y orden para Sporting. Con Zito dándole salida desde el fondo, la movilidad de Racedo y Romano, el manejo de Saban, Otero y Valenzuela en los momentos que estuvieron en cancha le dieron al tricolor predominio en las acciones y situaciones para ganarlo, pero Ricardo Gutierrez en el arco y su hermano Álvaro en el fondo lideraron la fortaleza rojinegra en el fondo.
Pero Sporting pudo ganarlo cuando Coronel estrelló un tiro en la palo a poco del final.
El resultado no se movió más y el clásico por la Liga Nacional de Futsal fue empate, los grandes rivales de Punta Alta repartieron puntos y dejaron en claro que no importa donde, ni en qué deporte. El clásico se juega con el corazón y es un partido aparte.