Un hecho sumamente desconcertante tuvo lugar el pasado 20 de marzo en la localidad bonaerense de Villa Itatí, en el partido de Quilmes, cuando la Policía detuvo a un hombre que violó la prisión domiciliaria y los vecinos lo defendieron, atacando a la seguridad incluso con armas, para finalmente hacer que el hombre se fugue esposado.
Quien violó el arresto domiciliario es Jonathan Agüero Olmos, que acabó escapando con las esposas puestas. Él tenía el beneficio del monitoreo electrónico para permanecer en su casa de la calle Pilcomayo al 600, condición que cumplía desde el 25 de mayo de 2021.
Resistencia inesperada contra la Policía
Al Agüero Olmos violar la prisión domiciliaria, un Tribunal Oral en lo Criminal 5 de Quilmes había decidido revocar este beneficio y en los próximos días sería juzgado.
Sin embargo, los agentes policiales que se acercaron hasta el lugar para apresar al hombre no pudieron prever la reacción de los vecinos, que los atacaron con armas y golpes para evitar que se lo llevaran y de hecho lograron que el recluso escapara, aunque ya esposado.
Esto tuvo lugar tras la llegada de la Policía al domicilio del recluso, cerca de las 19.00 h. del pasado 20 de marzo donde dos móviles de Traslado de Detenidos del SPB y la seguridad de la zona, se acercaron hasta el domicilio de Agüero Olmos, y éste los recibió de manera desafiante, ante lo cual fue esposado.
Fue allí cuando los familiares del criminal junto con vecinos se hicieron presentes en el lugar a los gritos, con palos y armas de fuego y atacaron a los siete uniformados.
Cabe destacar que Agüero Olmos cumplía condena por “robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada y por su comisión en poblado y en banda”.
Debido a esto, estaba atravesando una prisión domiciliaria que incluía salidas laborales, pero con determinadas reglas: debía presentarse a trabajar en una cooperativa pero él no lo hizo.
Violación de la prisión domiciliaria de forma constante
No solo no cumplió con lo pactado de tener que ir a trabajar a la cooperativa, sino que además este criminal ya había violado en reiteradas oportunidades la prisión domiciliaria, y esto se comprobó porque él tenía colocada una pulsera electrónica.
Una de aquellas violaciones, la realizó el 20 de febrero, cuando nuevamente fue detenido por un robo, pero la Sala III de la Cámara de Apelación y Garantías de Lomas de Zamora le concedió la excarcelación.
A su vez, el pasado 15 de marzo este preso no se quiso presentar a trabajar, y justificó su ausencia diciendo que se sentía mal tras haberse colocado la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Sin embargo, Agüero Olmos sí salió de su domicilio durante esa jornada, en pleno horario laboral. Fueron incluso sus propios compañeros los que les informaron a los agentes que él se había ausentado a trabajar los días 16, 17 y 18 de marzo.
Por estas razones, y por el riesgo de fuga, el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes había decidido revocarle la prisión domiciliaria y sería juzgado el próximo 30 de marzo.
“Se han verificado circunstancias debidamente corroboradas por personal del área de monitoreo electrónico, que hacen presumir al suscripto que Jonathan José Agüero Olmos no se encuentra cumpliendo con las obligaciones impuestas al momento de concederse tanto la morigeración de la prisión preventiva como el beneficio de salidas laborales, pudiendo suponer asimismo, que se encontraría cometiendo nuevos hechos delictivos”, esto es lo que indica el informe TOC 5 de Quilmes.
A su vez, los jueces definieron que “la conducta asumida por Olmos pone palmariamente en evidencia la proclividad a no respetar reglas, aún ante una posición diferenciada, como lo es poder transitar la prisión preventiva de modo morigerado en detención domiciliaria. No supo capitalizarlo y, por el contrario, optó por ausentarse del domicilio sin consentimiento”, cerró el informe.