Un pequeño héroe de 11 años: Dylan aprendió maniobras de RCP en la escuela y pudo salvar a un jubilado

Ocurrió en Chascomús, justo un día después de que el chico recibiera la capacitación en el establecimiento al que asiste.

Un pequeño héroe de 11 años: Dylan aprendió maniobras de RCP en la escuela y pudo salvar a un jubilado
Dylan y sus compañeros habían aprendido a hacer RCP en el colegio.

Dylan tiene 11 años y se convirtió en un héroe luego de salvarle la vida a un jubilado gracias a las maniobras de RCP que le realizó y que había aprendido un día antes en el colegio.

El hecho tuvo lugar en Chascomús, más precisamente en el pueblo de Gándara. El alumno del colegio N°21 había recibido la capacitación de primeros auxilios brindada por la dirección de Defensa Civil municipal y pudo aplicar lo aprendido apenas al día siguiente.

Dylan le salvó la vida del abuelo de una compañerita en Chascomús.
Dylan le salvó la vida del abuelo de una compañerita en Chascomús.

Fue cuando estaba esperando el transporte escolar y notó que el abuelo de una compañera suya se estaba descompensando. El hombre se desmayó y el chico aplicó todo lo que había aprendido en el ciclo “Nuestras manos salvan vidas”. Primero verificó que el jubilado estuviera respirando y luego realizó las maniobras correctas de RCP.

Luego, los vecinos llamaron a emergencias y una ambulancia llegó al lugar. El jubilado fue trasladado al Hospital Municipal San Vicente de Paul y se encuentra fuera de peligro.

“Quiero felicitar a Dylan, que con 11 años le tocó vestirse de héroe por un ratito y le salvó la vida a un adulto mayor”, expresó el intendente de Chascomús, Javier Gastón.

Cuáles son los tres pasos para hacer RCP

  • Detectar el problema: acercarse a la víctima en forma segura, comprobar si responde o respira con normalidad. Si no lo hace, es necesario iniciar RCP.
Con tres pasos se le puede salvar la vida a una personas.
Con tres pasos se le puede salvar la vida a una personas.
  • Llamar al número de emergencias y solicitar asistencia. Ser muy precisos al momento de dar la dirección para que se no se pierda tiempo. Además, de ser posible, pedir en el lugar un desfibrilador (DEA)
  • Colocar una mano sobre la otra y comprimir el centro del pecho de la víctima, sin flexionar los brazos, con una profundidad de entre 5 y 6 cm y frecuencia de 100/120 veces por minuto con mínimas interrupciones. Cuando llegue el DEA, encenderlo y utilizarlo. Continuar con las maniobras hasta que llegue el servicio de emergencia