Un chico de 11 años le disparó en la cabeza a su propio padre mientras este dormía. El niño tomó esta medida cansado de presenciar la violencia que su progenitor ejercía sobre su madre, informaron fuentes policiales.
El suceso ocurrió en una vivienda ubicada cerca de las calles Lanús y Murucuyá, en Morón, durante la tarde de ayer. Según fuentes policiales, el conflicto comenzó cuando el hombre de 65 años agredió físicamente a su esposa tras recriminarle por no realizar unas compras. Posteriormente, se retiró a su habitación.
En principio se creía que quien había disparado era el hermano de 13 años, que también estaba en la casa, pero luego se confirmó que el agresor había sido el más chico.
“Este no te golpea más”, le dijo a su madre instantes antes de balear al empleado municipal, quien murió esta mañana, según dijeron a Télam los voceros consultados.
El hijo de la pareja, testigo del ataque, se acercó a su madre para consolarla y le aseguró que ya no volvería a ser golpeada. Acto seguido, tomó un arma calibre 22 que estaba guardada en un placard y disparó a su padre en la cabeza mientras estaba acostado.
El hombre fue socorrido por su mujer, quien llamó a la policía y a una ambulancia, que trasladó al herido al Hospital Güemes de Haedo, donde permanecía esta mañana internado en grave estado.
Los peritos policiales secuestraron en la casa el arma de fuego utilizada en el ataque. En tanto, la madre del niño declaró ante los investigadores policiales que su marido era muy violento y que nunca se animó a denunciarlo.
Las fuentes judiciales dijeron que el chico quedó a resguardo de familiares, ya que es inimputable por su edad, mientras que se inició una causa por “tentativa de homicidio y portación de arma de uso civil”, que quedó a cargo de la Justicia de Menores de Morón.