Un joven fue asesinado de un balazo en el pecho en lo que se cree fue una presunta venganza por la sospecha de que la víctima había realizado un abuso sexual.
El crimen se dio a la salida de un boliche el sábado por la madrugada en Quilmes, provincia de Buenos Aires. Por el momento, hay un detenido y se sospecha de otras tres personas que pudieran estar involucradas en el hecho.
La persona detenida es un familiar de una adolescente que había denunciado haber sido víctima del joven asesinado, por un presunto abuso sexual.
El lugar de los hechos fue el boliche “Moog”, en el cruce de la avenida Tomás Flores y la calle 194, a las 7 de la mañana. La víctima fue abordada por cuatro personas que se movilizaban a bordo de un carro tirado por un caballo.
Según trascendió, no hubo ningún tipo de amenazas ni discusiones, sino que abrieron fuego y emitieron siete disparos. El joven fue trasladado de urgencia a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 17, pero falleció poco tiempo después de llegar al lugar.
Las sospechas de la venganza
El móvil principal que se baraja por estas horas es que se habría tratado de una supuesta venganza por parte de los familiares de la adolescente que había denunciado al muchacho por abuso sexual.
“Luego de que las chicas escaparon del supuesto ataque sexual, llegaron a sus casas y les contaron lo sucedido a sus familias. El padre de una de ellas tomó un arma y salió a buscar a los agresores”, fue el testimonio de un investigador a Télam.
Transcurrida una hora del asesinato, la Policía detuvo a uno de los agresores, a partir de su identificación por las cámaras de seguridad de la zona. El joven fue identificado como Brian Carlos Santamaría, de 23 años.
El caso es investigado por el fiscal Jorge Saizar, quien está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Quilmes. Santamaría está imputado por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
