Marcos Sotelo, hermano de Héctor “Keko” Sotelo (36) quien falleció producto del tiroteo en la Avenida Roque Sáenz Peña, entre Salta y Tucumán de Posadas, habló sobre lo sucedido y arremetió con contundentes declaraciones contra el acusado, Yoel Pereyra (25), quien está imputado por el homicidio.
Aseguró que no sabe con certeza el porqué de aquella disputa que terminó con la vida de su hermano y también cuando fue atacado a tiros el pasado miércoles 19 de enero, mientras se encontraba trabajando en su carrito de hamburguesas, instalado en el barrio A 3-2 de Posadas.
Sobre ese hecho, Sotelo recordó que “estaba vendiendo hamburguesa frente a la décima. Veo un Volkswagen up blanco que pasó como tres veces y miraba. Una vago en una moto fue a comprarme una hamburguesa y el auto paró con baliza en la esquina, pero todo el tiempo miraba, ahí me rescate que había algo raro. Le terminé la hamburguesa y se fue, pero atrás le siguió el auto”.
Según mencionó, estaba en compañía de sus dos hijos menores de edad. La secuencia continúo, Marcos Sotelo se subió a su motocicleta y le siguió al sospechoso Volkswagen. “Me voy hasta lo de mi compinche y le digo no se qué onda ese auto que desde hoy me está siguiendo”.
En un momento dado, Sotelo señaló que el vehículo se pará frente a el, y uno de los hombres que se encontraba a bordo del mismo baja la ventanilla y dispara una vez. “De ahí empieza a disparar, como 9 tiros. A mi compinche le rosó una bala la costilla, a mi me dieron en el pie y ahí escucho que dicen, `le dimos vamos vamos´”.
Familias enfrentadas
Por su parte, el hermano del imputado de homicidio simple, Yoel Pereyra, acusó a los hermanos Sotelo de haberle robado un gran botín a su familia, alrededor de tres millones de pesos. Acusación que Marcos negó rotundamente.
“Ahora pienso y digo, que si es como dicen ellos, que yo le robé, yo no iba a estar acá haciendo hamburguesas en la esquina. Al único que le reconocí fue a un polaco de ojos verdes. Por comentarios de la gente me enteré que es de la banda de Yoel Pereyra” dijo Sotelo.
Agregó además que “después de que me dispararon, andaban re empedo en una camioneta polarizada y preguntan por mi mostrando una 9 milímetros. Además ofrecían 50.000 pesos por mi cabeza y 60.000 por la de mi hermano”.
Según Marcos Sotelo, Yoel Pereyra es una persona totalmente distinta a la que dice ser. Lo acusa de reclutar adolescentes de entre 15 y 17 años, darles pastillas para que consuman y además, la distribuyan. “A la pendejadita vos le das pastillas y quedan locos, si te tienen que matar lo hacen”.
“Él es pesado y anda armado” aseguró Sotelo “yo le dije algo y me quisieron pegar. Me amenazaron con una pistola, salgo a correr pero dejo mi moto y se la llevaron. Hice la denuncia del robo y ahora me entero que ellos prendieron fuego la moto”.
“Si es como ellos dicen, que yo le robé tres millones de pesos, porque no hacen la denuncia, es mucha plata. No sé ni cuándo es que supuestamente le robe la plata, según me entere dijeron que fue ahora hace poco” cuestionó Marcos.
En las últimas semanas, mucho se habló de la familia de la A 3-2, que están vinculados al narcomenudeo, al contrabando de cigarrillo y también los acusan de ladrones, pero ellos lo niegan rotundamente. “Si yo anduviera en la droga iba a estar preso o no iba a estar poniendo la cara acá”.
“Mi hermano Keko cuando se enteró que me dispararon empezó a averiguar quién fue, queríamos averiguar por todos lados porqué fue. Si yo hubiera hecho macana no iba a estar en la esquina vendiendo hamburguesas”, aclaró.
Balacera en pleno centro de Posadas
En cuanto a la balacera en la plazoleta ubicada sobre la Avenida Roque Sáenz Peña, entre Salta y Tucumán, Sotelo negó la versión sobre andar detrás de la pista de Pereyra para matarlo. “Mi hermano me dijo que iba a poner la cara e ir a hablar con ellos para ver qué pasaba. Jamás le tiró un tiro a alguien. Ese día de la plazoleta él estaba armado porque decían que nos iban a matar”.
Según averiguaciones, la familia Pereyra-Lembo se dedica a la venta de repuestos para autos, con sucursales en Ñu Pora y Garupá. “Mi hermano averiguó y le dijeron que eran los chatarreros y que además andaban diciendo que nosotros andábamos en la droga. Que se yo ni me acuerdo de tantas cosas que dijeron de nosotros. Ellos compran y vendan autos robados”
“Ese día de la plazoleta, yo no te sé decir que paso porque yo no estaba, no sé si mi hermano bajó a disparar o que. Yo vi cuando él salió de mi casa con un vago, pero no era yo ni piojo, el que estaba con él se está queriendo lavar las manos, pero ese fue el que se mando la cagada”, aseguró.
Tras la balacera de aquella tarde, aparentemente el herido, Keko Sotelo, no fue trasladado directamente hacia el Hospital Madariaga, sino que su acompañante lo llevó nuevamente para la A 3-2 y lo dejó tirado en la vereda de su casa.
Indicó que “si piojo o yo hubiéramos estado en el tiroteo con mi hermano, jamás le hubiéramos traído a mi casa, íbamos directo al hospital. Yo tenía turno a las doce y media en el Hospital ese mismo día y le vi salir con un polaco antes de irme. Yo no sé quien manejaba el Ford Ka”.
Marcos relató sus horas antes al enfrentamiento frente a la iglesia, “Cuando llego de mi turno en el Hospital, me acuesto a dormir y me despiertan los gritos de mi sobrina. Yo estaba durmiendo en bóxer, me levantó y le veo a mi hermano tirado en la vereda. El que le trajo hasta el barrio desapareció, le dejaron tirado en la vereda. Le subí al auto y le lleve como pude porque yo manejo con un pie si tengo todo roto del balazo que me pegaron”.
Al llegar al mencionado nosocomio, los camilleros trasladan a Sotelo hacia la sala de emergencias, donde fue intervenido de urgencia y en donde permaneció hasta su deceso el pasado jueves. “Cuando llegue al hospital con mi hermano, viene la policía y me detiene, yo ni sabia donde había sido el tiroteo, pensé que fue en el barrio nomas”.
Los efectivos policiales lo trasladaron hacia la comisaría, en donde los peritos le realizaron la debida prueba de parafina, la cual dio negativa. Caso contrario el de su hermano Keko, al cual le dio positivo, es decir disparó un arma de fuego con una de sus manos. “Yo como iba a estar en el tiroteo si yo no puedo ni caminar. Si estaba en el tiroteo, por más que tenia la bota me iba a bajar, guau que yo voy a ir y me voy a esconder en el auto parece esos locos. El Ford Ka es de dos puertas y se ve en el video cuando ellos bajan y después se suben, ¿yo donde estaba? en el baúl escondido seguro”.
Las cámaras del Centro Integral de Operaciones no lograron identificar aún al o los acompañantes de Yoel Pereyra aquella siesta en donde se produjo la balacera en la plazoleta infantil. Según se difundió, el acusado de asesinar a tiros a Keko Sotelo estaba en compañía de un hombre y dos mujeres. “Yoel ese día estaba con el «Negrito» Gómez, que manejaba el Cruze, los policías mismos me mostraron cuando yo estaba preso. Ellos saben quiénes son”.