El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio del Noreste (CESANE), Faruk Jalaf, justificó la decisión de estacioneros de Misiones que no aceptan tarjetas de débito ni de crédito y sólo el pago en efectivo por el combustible.
Aclaró que esta no es la posición oficial de la CESANE, pero sostuvo que las tarjetas encarecen los costos de capital de los comerciantes reduciendo aún más su margen de ganancia. "Queda al libre albedrío de cada propietario de acuerdo a cómo viene la economía. Lo ideal sería no recibir los pagos en tarjetas", dijo a la radio Red Ciudadana.
Los empresarios sostienen que, si bien las entidades financieras reciben la plata del usuario al instante, el dinero llega a las estaciones recién en unos 7 días, en el caso de las tarjetas de débito. Si se trata del plástico de crédito, el pago puede demorar hasta un mes para las estaciones de servicio. En otros rubros, dijeron, la liquidación demora unos 10 días.
Según la AFIP, el cobro con tarjetas de débito es obligatorio y lo establece la Ley 27.253, promulgada el 10 de junio de 2016 y obliga los negocios que vendan o alquilen cosas, presten servicios o realicen obras.
Jalaf salió al cruce de las denuncias de muchos consumidores quienes afirman que las estaciones de servicio limitaban las compras solo a efectivo o crédito a una sola cuota. La CESANE no apoya esta medida pero sostuvo que los pagos con tarjetas de crédito y débito "encarecen grandemente el capital de inversión" y los ingresos.
"En el caso de la tarjetas de débito, una transacción obligatoria que la AFIP que el Estado me impone como empresario, no debería tener ningún costo o por lo menos acreditarnos el dinero en el acto", cuestionó. "Nuestro capital de giro se va acortando cada vez más y encima se cobra un 2% de los transacciones en crédito", lamentó.
El dirigente empresarial sostuvo que existe un abuso fiscal sobre las estaciones de servicio, cuyo margen de ganancia es "apenas entre el 7 y 8%" mientras que por cada depósito en efectivo pagan el 1,5 por ciento. Agregó que sólo se beneficia el sector financiero, porque las ventas con tarjeta ya llegan al 50 por ciento.