Ocho pasos ilegales sobre el río San Antonio, en la frontera argentino-brasileña, fueron destruidos por policías federales de Brasil y de la Fuerza Nacional de este país. Son pequeños puentes construidos por contrabandistas y que resisten el peso de una moto.
Según informó la Prefectura de Santo Antonio do Sudoeste por allí se trasladaban motos y mercaderías robadas en la región. El operativo forma parte del programa Frontera Segura que también incluyó un patrullaje de 54 kilómetros del río Iguazú, en el norte misionero.
Sobre el Iguazú fueron destruidas cuatro embarcaciones clandestinas y secuestradas redes de pesca, según el municipio brasileño. El río San Antonio es muy angosto en algunas zonas.
Las dos ciudades fronterizas, San Antonio y Santo Antonio están unidas desde 1987 por un puente internacional. Pero recién en 2017 fue habilitado por la Agencia Nacional de Transportes Terrestres de Brasil (ANTT) para el paso de cargas.
Existen otros pasos a Brasil en balsas y el de la frontera seca en Bernardo de Irigoyen. Pero a fines de 2018 Brasil instaló una casilla de migraciones y oficializó el paso del Puente Rosales sobre el Pepirí Guazú. Está sobre la ruta que une a San Pedro, Misiones, con Paraíso (Brasil).