Manuel Ifrán (72) está desaparecido desde el 12 de abril del 2017, cuando salió de su domicilio ubicado en el barrio posadeño de Mini City. En mayo de este año, el hallazgo de huesos y el posterior reconocimiento de prendas en un descampado marcó el punto de quiebre de la investigación. Desde ese entonces, los cinco hijos del jubilado llevan a cabo una incansable búsqueda de respuestas.
A pesar de que todo hace indicar que los restos óseos corresponderían a Ifrán, aún no existe una comprobación científica que confirme esa hipótesis. Por ese motivo, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se pusieron en contacto con la Justicia misionera y ofrecieron sus profesionales para el análisis de esos vestigios, según información a la que accedió El Territorio.
El Ministerio es el que administra el Sistema Federal de Búsqueda de Personas, registro donde ingresó el posadeño luego de un año de su desaparición, lo que permitió ofrecer una recompensa de 250.000 pesos. Desde la cartera decidieron intervenir luego de que las vestimentas halladas junto a los huesos fueran reconocidas por los hijos.
Los análisis podrían indicar una fecha de muerte o tiempo durante el cual estuvo el cuerpo en ese sitio, además de las causas del fallecimiento, si fue violento o no.
La intervención aún no se llevó a cabo porque el Ministerio está en una especia de receso, según indicaron los voceros. Falta definir si el equipo de profesionales viajará a Misiones, o si los restos óseos serán trasladados a Buenos Aires.