El Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación notificó cinco intoxicados en Misiones en lo que va del año, siendo la provincia de la región NEA que más casos reportó, pues Formosa informó de un caso mientras que Corrientes y Chaco ninguno. El monóxido de carbono es un gas venenoso que no tiene olor, pero puede provocar la muerte en minutos. Este residuo se produce por la mala combustión de un artefacto defectuoso, por lo general los más utilizados son los llamados braseros.
En el país se confirmaron 63 pacientes con cuadros de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono hasta la semana 14, cuando todavía no había comenzado el invierno. El parte epidemiológico nacional contabilizó 976 intoxicados durante 2017, cifra que suele mantenerse sin variaciones, en Misiones el año pasado se registraron en total sólo dos intoxicaciones. Según informaron desde la cartera sanitaria nacional, el año pasado hubo unas 200 víctimas en todo el país.
Los últimos casos fatales en este año antes del invierno incluyeron a una periodista pampeana y a la mujer y el hijo del senador radical por Formosa, Luis Naidenoff. Las víctimas no pueden darse cuenta de que se están intoxicando hasta que aparecen los primeros síntomas: dolor de cabeza, náuseas, palpitaciones, vómitos y mareos.
Jorge Somariva que se desempeña en la Dirección de Bomberos de la Policía de la Provincia y es ingeniero en Gestión de Siniestros y Seguridad Ambiental recomendó: "Evitar la calefacción con braseros u hornallas porque es la principal fuente de monóxido de carbono".
Además agregó: "No se debe utilizar el brasero durante la noche y, en caso de que se lo utilice, hay que dejar siempre una ventana o una puerta abierta para garantizar que el aire circule". De acuerdo con Somariva ninguno de los sentidos percibe el monóxido de carbono, "por eso es tan peligroso, se lo conoce como muerte silenciosa". Según publicó El Territorio.
