No existen hasta ahora indicios de un crimen o de la presencia de terceros en el departamento del edificio sin terminar, que ocupaba el empresario inmobiliario Guillermo Vázquez, de 42 años, quien murió esta semana al caer al hueco de un ascensor desde el piso 18° de la Torre Aymará.
La Justicia dispuso que se realice una búsqueda y análisis de material genético en una copa de vino encontrada en el departamento donde el empresario vivía. También analizan sus cuentas bancarias, cajas de seguridad y su celular para conocer su actividad previa a la muerte.
Aunque todavía no estaba terminada la imponente torre, la de mayor envergadura en la capital misionera hasta ahora, Vázquez se había acondicionado un departamento en el piso 18° donde vivía.
Es padre de dos hijos y su pareja aguarda un tercero, ya que su pareja cursa el séptimo mes de embarazo. El juez a cargo del caso también ordenó un análisis de las cuentas bancarias y del celular de Vázquez, para intentar reconstruir sus últimas horas.
Los peritos manejan la hipótesis de la involuntaria caída por el hueco de uno de los tres ascensores. Este aún no estaba en funcionamiento, en cambio los demás sí. El desarrollador tenía 3 edificios en construcción en Posadas por el sistema del fideicomiso.
El empresario se había mudado hacía pocas semanas a un departamento del piso 18 de la Torre Aymará. Vázquez habría caído por error porque en la noche confundió el hueco con la puerta abierta de un ascensor.
Con el examen de restos de ADN sobre la única copa de vino en el departamento de Vázquez buscan descartar la presencia de otra persona en el lugar en momentos previos a la fatal caída. Hasta ahora, se sabe que el lunes el empresario regresó a su departamento, abrió una botella de vino y comió sándwiches. Más tarde, pidió comida por delivery y se cree que cayó al vacío cuando se dirigía a la puerta del edificio para recibir ese pedido.
Vázquez, muy conocido en el ambiente empresarial posadeño, practicaba jiu-jitsu, un arte marcial que lo llevó a competir a nivel nacional y en el exterior representando a Misiones.
El sereno del edificio Aymará llegó tarde en la noche del martes a su puesto de guardia. Se acostó a dormir y recién en la mañana fue hallado el cuerpo del empresario. Esto se produjo cuando llegó el capataza de la obra.
Los peritos de la Policía Científica señalan que Vázquez se precipitó por el hueco del ascensor, que aún no está instalado, y en su caída intentó agarrarse de los cables de un elevador, lo que produjo quemaduras en sus manos. Rebotó sobre el carro del ascensor ya instalado y terminó en la planta baja.
