¿Alguna vez te quedaste despierto hasta altas horas de la noche y al día siguiente sentir un profundo cansancio? Esta experiencia fue objeto de estudio en investigaciones recientes que revelan cómo el desvelo impacta la cognición y comportamiento, aumentando el consumo de alcohol y de otras sustancias, los comportamientos violentos, el suicidio y la ingesta de alimentos.
Qué plantea el estudio
El estudio, denominado “The Mind After Midnight: Nocturnal Wakefulness, Behavioral Dysregulation, and Psychopathology”, fue publicado en la Organización Frontiers, y propone la hipótesis de la “Mente después de la Medianoche en la que los sesgos atencionales, el afecto negativo, el procesamiento de recompensas alterado y la desinhibición prefrontal interactúan para promover la desregulación conductual y los trastornos psiquiátricos”.
“La interrupción del sueño aumenta el riesgo de incidentes y empeoramiento de enfermedades psiquiátricas y este riesgo puede derivar parcialmente de la vigilia nocturna, que definimos como estar despierto durante la noche circadiana o biológica”, indican los expertos. En esta investigación, se analizaron datos de cuatro conductas: suicidio, delitos violentos, consumo de alcohol u otras sustancias y la ingesta de alimentos.
- Suicidio: En cuanto a la ideación suicida, la vigilia nocturna se vinculó con un mayor riesgo. Estudios demostraron que estar despierto hasta las 4 de la madrugada puede predecir la ideación suicida al día siguiente en personas con depresión resistente al tratamiento. Además, la vigilia autoinformada entre las 11 de la mañana y las 5 de la mañana está asociada con una mayor probabilidad de pensamientos suicidas tanto en la comunidad como a nivel nacional. Un análisis de publicaciones en Reddit revela que los mensajes en el subforo “SuicideWatch” aumentan entre las 2 y las 5, sugiriendo que el pensamiento suicida podría intensificarse durante estas horas.
- Comportamiento violento: Los homicidios y delitos violentos presentan un aumento durante la noche. Se estima que el 55% de estos delitos ocurren entre las 19 y las 7, lo que sugiere una mayor incidencia nocturna, ya que la mayoría de las personas duerme en ese período. Una revisión de incidentes de violación revela que el 39,5% de los casos suceden entre las 18 y la medianoche, y el 32% entre la medianoche y las 6. Esto implica que solo el 28,5% de los incidentes de violación ocurren durante el día.
- Consumo de alcohol y otras sustancias: El uso ilícito e inapropiado de sustancias tiende a aumentar durante la noche. Un estudio de un centro de consumo de drogas mostró que los encuentros de uso alcanzan su pico a las 22, con un riesgo de sobredosis de opioides 4,7 veces mayor por la noche, a pesar de un menor consumo de heroína en ese horario. Además, investigaciones indican que el consumo de alcohol en jóvenes latinos es mayor por la noche (63%), con antojos que se intensifican a las 20 y a las 2. Los adolescentes que se duermen más tarde también tienden a consumir alcohol y cannabis de manera más riesgosa. Por último, despertarse durante la noche se asocia con una recaída en el tabaquismo, posiblemente debido a un aumento en el deseo de fumar y una disminución en el autocontrol.
- Ingesta de alimentos: La vigilia prolongada y la falta de sueño aumentan la demanda metabólica, lo que a menudo lleva a una mayor ingesta de alimentos. Sin embargo, comer por la noche no se debe únicamente a esta demanda, sino que las elecciones alimentarias tienden a centrarse en carbohidratos, lípidos y alimentos procesados, en lugar de frutas y verduras, y la ingesta total suele superar las necesidades calóricas. Un caso extremo es el síndrome de alimentación nocturna, donde las personas consumen la mayor parte de sus calorías por la noche. Este síndrome podría estar relacionado con alteraciones en el procesamiento de recompensas y la señalización de serotonina, lo que refuerza la vigilia inapropiada.